30/10/08

Marx sobre Marx


Siguen sumándose voces que reivindican el valor y utilidad de la teoría económica y filosófica de Karl Marx. Esta vez, el arzobispo de Munich, es el que reconoce la importancia actual de tomar en serio lo dicho por su compatriota y tocayo. Pero no esperemos este reconocimiento por parte de los sacerdotes del capitalismo, que pululan gobiernos, universidades, empresas, etc., su dogma es el más ciego de todos.  

Crisis, Guerra y Propaganda


Propaganda anticomunista durante la guerra fría

Por: Antonio Roquentín

El surgimiento de regímenes e ideologías de carácter totalitario está estrechamente ligado a la crisis económica y a la guerra. La primera guerra mundial y la crisis de los años 30, fueron el caldo de cultivo del surgimiento de totalitarismos: de derecha con el nazismo y el fascismo, y de izquierda con el estalinismo. La actual crisis económica, así como el clima de guerra propiciado por los gobiernos de Estados Unidos, constituyen el ambiente propicio para el surgimiento de tendencias totalitarias en los líderes políticos y de ideologías basadas en el odio. La extrema derecha encuentra en estos casos la vulnerabilidad social necesaria para que sus mensajes sean percibidos como explicación y solución fáciles a los problemas del mundo. Agrupaciones neonazis y antiinmigrantes, discursos nacionalistas contra enemigos externos, alusiones estruendosas e imprecisas al terrorismo, etc., constatan la crisis que vive la sociedad y la forma en que los grupos extremistas y totalitarios aprovechan el clima de incertidumbre para influir y ejercer el poder sobre las mayorías.

Ante esto, es necesario estar preparados, sobre todo en el conocimiento de los mecanismos utilizados por estos grupos para propagar sus ideas. El desarrollo de las tecnologías en los medios de comunicación no tiene parangón en la historia, y eso constituye un arma de doble filo en las luchas por y contra el sistema; sin embargo, algunos principios siguen vigentes desde hace más de 50 años, sobre todo en lo referente a la manipulación de la población por medio de la propaganda. Es de vital importancia identificar el bombardeo propagandístico, diferenciarlo de la información valiosa y finalmente combatirlo por medio de la educación y el conocimiento. A continuación, los 11 principios de la propaganda política de Marçal Moliné, tomados del publicista y docente Jean-Marie Domenach, así como de Joseph Goebbels, jefe de propaganda de Hitler.


1. Principio de simplificación o del enemigo único. La simplificación es la adopción de una sola idea-eje, o de un solo símbolo. Una de las formas de simplificar te lleva a la individualización del adversario: los humanos preferimos enfrentarnos a personas visibles. En consecuencia, se trata de persuadirnos de que nuestro verdadero enemigo no es tal o cual partido si no tales o cuales personalidades del partido.
2. Principio del método de contagio. Reunir a diversos adversarios en una sola categoría o en un solo individuo… para extender la convicción de que “están todos en el mismo saco”.

3. Principio de la transposición. Es el arte del farol llevado al límite. Consiste en cargar sobre el adversario los errores y defectos propios.

4. Principio de la exageración y desfiguración. Una frase al azar de un político de otro partido, un síntoma sin comprobar, son convertidos sin embargo en pruebas amenazadoras. Para esto se pondrá hábilmente en practica la utilización de citas separadas de su contexto.

5. Principio de la vulgarización. Este principio viene expresado de esta manera en el libro Mein Kampf de Hitler: «Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a quienes se desea vaya dirigida. De esta suerte es menester que la elevación mental sea tanto menor cuanto más grande la muchedumbre que deba conquistar. La capacidad receptiva de las multitudes es limitada y su comprensión escasa; por otra parte tiene una gran facilidad para el olvido».

6. Principio de orquestación. Según Goebbels: «La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde distintos ángulos pero siempre confluyendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas». De aquí viene su sentencia: «Si una mentira se repite las suficientes veces, acaba convirtiéndose en la verdad».

7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8. Principio de la verosimilitud. Consiste en estructurar la creación de argumentaciones lanzando globos sonda a través de procedencias y de medios distintos, para poder remitirse a ellos citando esas fuentes manipuladas con el objeto de hacer verosímiles las argumentaciones.

9. Principio de la silenciación. A veces hay temas propagandísticos que hay que abandonar porque están en clara contradicción con la realidad de los hechos que se van sucediendo. En estos casos la propaganda no reconoce su error. Se calla sobre aquellos puntos en los que se está débil. Las noticias que favorecen al adversario se disimulan.

10. Principio de la transfusión. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas. Según Jean-Marie Domenach: «Por regla general la propaganda opera siempre a partir de un substrato preexistente, sea una mitología nacional o de un complejo de odios y de prejuicios tradicionales». Hitler escribió al respecto: «La inmensa mayoría de la gente es tan femenina en lo concerniente a su naturaleza y opiniones, que su pensamiento y acciones se hallan gobernados por sensaciones y sentimientos más bien que por consideraciones razonadas”.

11. Principio de la unanimidad. Buena parte de las opiniones públicas no son más que una suma de conformismos y no se sostienen más que por la impresión que tiene el individuo de que su opinión es la opinión general, unánimemente profesada a su alrededor. Por lo tanto, la propaganda puede actuar reforzando esa sensación de unanimidad o creándola artificialmente. 

26/10/08

Autoridades de Chiapas protegen a los paramilitares que agreden a zapatistas


Hermann Bellinghausen (Enviado) 

San Cristóbal de las Casas, Chis. 19 de octubre. El ataque con machete al niño Carmelino Navarro Jiménez en Ba’yulubmax, municipio oficial de Chilón, el pasado día 10, fue producto de la impunidad con que operan hoy grupos civiles considerados paramilitares, como la Organización para la Defensa de los Derechos Indígenas y Campesinos (Opddic). Se trata del tercer intento de asesinato contra zapatistas de esa comunidad por parte, entre otros, de Juan Navarro Aguilar, José Navarro Deara y José Manuel Navarro Gómez, dirigentes de la Opddic en la localidad.

No obstante que siempre ha sido demostrada su condición de agresores, las autoridades judiciales los favorecen intentando perseguir penalmente a las víctimas. “La impunidad de los miembros de la Opddic es cobijada por autoridades estatales”, sostiene el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas (CDHFBC) en un amplio análisis de la violencia en Ba’yulubmax.

Las autoridades autónomas zapatistas del municipio Olga Isabel aseveraron hace un año que esos miembros de la Opddic seguían una “estrategia legal” para inculpar sistemáticamente a los autónomos. Ésta ha sido asesorada, según revela ahora el CDHFBC, por David Gómez Hernández, abogado “con un pasado oscuro, ya que siendo subprocurador de Justicia Indígena fue señalado y sancionado administrativamente por coordinar y ordenar acciones para la remoción de evidencias en el lugar donde fue ejecutada la masacre de Acteal, Chenalhó”.

El notable respaldo del licenciado Gómez Hernández a la Opddic y sus procedimientos resultan consistentes con otras actividades suyas, evidentemente contrainsurgentes, como haber sido el “asesor” de la Secretaría de Desarrollo Social panista “para entrar en el territorio del municipio autónomo de Polhó, dividiendo a la comunidad al entregar apoyos económicos y productivos”, según el mismo análisis.

Juan Navarro Aguilar, uno de los agresores de Carmelino, fue de los organizadores del ataque, el 10 de agosto de 2007, a Leonardo Navarro Jiménez, quien recibió seis tiros calibre 22 y resultó herido de gravedad. Está demostrado que Navarro Aguilar disparó contra él. La junta de buen gobierno (JBG) de Morelia denunció entonces que Leonardo, base de apoyo del EZLN, “recibió una bala en la pierna derecha, otra en el costado izquierdo y una más en el labio superior, debajo de la nariz”.

El hijo de Leonardo, Juan Navarro Jiménez, acudió entonces en su auxilio, recibió un disparo en el hombro derecho “y casi al mismo tiempo un machetazo en la sien derecha”, detallaba la JBG. Los agresores culparon a los heridos del ataque, pero al probarse su culpabilidad las autoridades judiciales se vieron obligadas a liberar 13 órdenes de aprehensión contra los miembros de la Opddic.

Esto “debido a las irrefutables pruebas de la agresión y en seguimiento al procedimiento penal del expediente 112/2007”, documenta el CDHFBC. “Pese a la gravedad de la agresión armada contra bases zapatistas, el Ministerio Público se abstuvo de ejecutar el operativo que merecía (la situación) en Ba’yulubmax” y sólo detuvo a cuatro, dejando en la impunidad a nueve, “entre los que se encontraban los líderes del grupo armado”. Pese a las evidencias, “de manera ineficiente la fiscalía no fundó ni motivó sus alegatos en la averiguación previa”. Esto permitió a los miembros de la Opddic gestionar un amparo.

Los agresores, añade el CDHFBC, “al ver que su plan de liberar pronto a los detenidos no se concretaba”, mediante amenazas y disparos intentaron que la familia zapatista afectada se desistiera de la acción penal. Al no lograrlo continuaron sus agresiones en Ba’yulubmax, “y también comenzaron a amenazar y hostigar a las autoridades del municipio autónomo Olga Isabel”, a cinco kilómetros de la comunidad.

“En este marco de desesperación de los miembros de la Opddic”, apunta el análisis, el 10 de octubre “se consuma la agresión contra el niño Carmelino Navarro Jiménez”.

24/10/08

El Enemigo Neoliberalismo


Por: Antonio Roquentin

Alan Greenspan, ex presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos, dice que la crisis actual le “enseñó” que el capitalismo tiene una “falla” que acaba de descubrir. Entre otras cosas, afirmó que recién se da cuenta de que los mercados no se autorregulan como lo defendió dogmáticamente a través de los años que estuvo frente de la FED. ¿Era sordo Greenspan? ¿Jamás leyó las críticas que se hacían al libre mercado? ¿Era ciego a los efectos adversos que en lo social y aún en lo económico provocaba la desregulación del mercado? Lo cierto es que algunas cosas quedan claras con sus propias declaraciones:


"Tengo una ideología. Mi opinión es que los mercados libres y competitivos son de lejos la [mejor] manera de organizar la economía. Probamos la regulación, ninguna funcionó realmente…"

Por supuesto, una ideología revestida de un discurso aparentemente científico por su complejidad matemática. Los defensores del liberalismo económico, los más furiosos críticos a cualquier forma de socialismo, son portadores de una ideología que nació como una reacción al absolutismo de los siglos XVI, XVII y XVIII. La crítica a los límites de la libertad individual nace como una necesidad para la expansión del incipiente capitalismo. El individualismo, como respuesta a la organización social basada en el poder absoluto y divino del gobernante, se convirtió en la ideología oficial del nuevo sistema. Cualquier intromisión del Estado en la iniciativa económica individual se convirtió en pecado mortal. Esta ideología toma forma de doctrina económica con Adam Smith en 1776, al establecer que el comportamiento egoísta de los agentes económicos individuales deviene en el bienestar general, todo guiado por una “mano invisible” que proporciona el mercado libre de intervención gubernamental.

Para los economistas modernos, la mano invisible es el sistema de precios. Con variaciones más o menos significativas, la teoría económica moderna sigue basándose en el principio de la autorregulación de los mercados como punto de partida del análisis económico y el diseño de la política económica. Sin embargo, suele haber un abismo de diferencia entre el discurso teórico-ideológico y la práctica en la economía real. El discurso del liberalismo económico se puede encontrar en universidades, gobiernos, analistas públicos y privados, y opinólogos espontáneos y convencidos; sus vertientes más radicales cuestionan el eclecticismo que incluye posiciones keynesianas y manifiestan que nunca ha existido un mercado verdaderamente libre, sin por ello dejar de decir que no hay mejor forma de organizar la sociedad y asignar los recursos que con un mercado totalmente libre de regulación. En pocas palabras, el discurso teórico-ideológico del liberalismo económico es lo más parecido a una religión, con una fe absoluta en el mercado y el disfraz de cientificidad. Por otro lado, la economía real es administrada por los que mantienen el discurso, pero que en la práctica regulan los mercados a conveniencia, favoreciendo con ello a los grandes capitales.

El desfase claro entre discurso y realidad deja al descubierto la hipocresía inherente a esta doctrina. La historia de los Estados Unidos es la historia de la hipocresía del libre mercado; por un lado, la imposición de ajustes estructurales mediante organismos financieros internacionales como el FMI y el BM (privatizando y desregulando las economías subdesarrolladas), y por otro lado, el establecimiento de un flagrante proteccionismo en su política económica exterior y el fomento descarado a su industria local y sobre todo, la defensa legal y militar de los intereses de las corporaciones multinacionales, el verdadero gobierno de los estados unidos.
En momentos de crisis como la actual, no resulta difícil identificar la disociación entre el discurso y la práctica de los defensores del liberalismo económico. Por eso es posible ver a un George Bush, flanqueado por Zarcozy, declarando que en estos momentos de crisis no debe caer el compromiso con el libre mercado, al mismo tiempo que realiza la nacionalización de deuda privada más grande de la historia del capitalismo. Y por eso no sorprende que el mismo Zarcozy proclame “la muerte de la dictadura del mercado”. De la misma forma en que no sorprende que el FMI y el BM anuncien la disponibilidad de fondos para países “necesitados”; es decir, más disciplina de mercado, más deuda, más dependencia, más pobreza en la periferia. Y es que con la crisis, se ha vuelto necesario volver a redireccionar recursos desde el sur hacia el norte; la quiebra de las instituciones financieras en el primer mundo y su consiguiente salvataje por parte de los gobiernos “liberales”, representan un aumento sin precedentes de la deuda pública, sobre todo en los Estados Unidos.

Ante todo esto, los representantes más conspicuos de la fe en la capacidad autoregulatoria de los mercados libres entran en crisis y están a punto de inventar el agua hervida: "Sí, constaté una falla. No sé hasta que punto es significativa o durable, pero me sumió en un gran desconcierto…" dijo Alan Greenspan ante el los congresistas estadounidenses. Al supuesto funeral del “neoliberalismo”, se suman consumados y flamantes premios Nobel, citados con entusiasmo por quienes ven al neoliberalismo como la fuente de todos los males. Pero ¿es cierto que este es el fin del liberalismo de mercado? Considerando la dualidad práctico-discursiva que ha tenido esta ideología, es posible decir que esta crisis no representa su muerte sino su postergación. Desde la década de los 30, la reacción a las crisis ha sido el movimiento pendular que toca según convenga, la intervención del estado en la economía o la desregulación y privatización. En términos de política económica, se puede afirmar que el capitalismo es eso precisamente, el sostenimiento por parte del Estado de las relaciones capitalistas de producción, procurando como objetivo único la irrestricta realización de la ganancia, socializando las pérdidas en las crisis y privatizando las ganancias en los auges. El debate que aborda la participación o no del Estado en la economía, es entonces, un debate falaz, en tanto que el Estado no es una entidad exógena al sistema económico, sino que forma parte constitutiva de este.

Ahora, el neoliberalismo tendrá una cantidad insólita de detractores, pero muchos de sus críticos están lejos de buscar una alternativa real a los problemas de la humanidad. Es hora de ubicar bien al enemigo.




23/10/08

Comunicado sobre el asesinato del periodista Brad Will


Oaxaca, October 21, 2008 (Abajo en español)

Faced with constant threats and harassment against us and ourfamilies we write this letter so that the men and women of Mexico andthe world are made aware of the abuse of power exercise recently byinstitutions such as the Federal Attorney General.

We have a right to live in peace as do our families. From the very beginning, we five witnesses, voluntarily came forward to contribute to the resolution of this case.
We gave statements before the Federal Attorney General, contributinginformation, we supplied testimony based on the real events and wepresented counter arguments to that of the State Attorney General,given that the information and investigation led by this institution asalways been full of irregularity, ambiguity and omissions.  
All of this comes days before the 2nd anniversary of the murder of our comrade Bradley Roland Will and the impunity that surrounds the case.
The Will family has expressed their anger and indignation about thesituation understanding that yet another injustice has been committedwith the detention of Juan Manuel Martinez Moreno and Octavio PerezPerez, innocent people, as well as, the arrest warrants issued for us.
We are men with great dreams and social activists but that does not make us murderers.
Those responsible are other people and there is sufficient proof ofthis in the recommendations of National Commission for Human Rights(CNDH), FHR International Forensic Program of Physicians for HumanRights and Reporters without Borders. 
All of these reports are based on seriousinvestigations with substantiated arguments that debunk the claim thatthe shots that killed Brad were fired from close range.
For this reason we do not demand justice in terms of money, butrather the incarceration of the architects and the perpetrators of themurder of our brother Brad Will, we are referring to the Governor ofOaxaca Ulisis Ruiz Ortiz, the ex-President Vicente Fox and the currentPresident Felipe Calderon. We also denounce the impunityin the case of over 26 murders that occurred in the year 2006 when morethan two million people mobilized to show their disapproval of acorrupt and ineffective government.
This is why we say enough!
Enough with this war against honest and dedicated social activists.
Enough with the corruption and cover-ups!
Leonardo Ortiz Cruz - GualbertoFrancisco Santiago Navarro - Gustavo Vilchis Ramírez - Miguel CruzMoreno - Alberta Guadalupe Navarro Hernández – 
Todos adherentes a la OTRA CAMPAÑA y luchadores por la defensa de los derechos humanos 
 

Oaxaca, 21 de octubre de 2008




Al Pueblo de Mexico,

Al Glorioso y Combativo Pueblo de Oaxaca,

A los adherentes de la Sexta Declaración y a la Otra Campaña,

A las ONG´s de Derechos Humanos de Mexico y el Mundo:





Ante la situación de permanentes amenazas y hostigamiento hacia nosotros y nuestras familias es que redactamos este pronunciamiento para que hombres y mujeres de México y el Mundo sepan del abuso de poder ejercido en los últimos tiempos desde organismos como la Procaduria General de la Republica.


Tenemos derecho a vivir tranquilos y nuestras familias también. Desde un principio cinco testigos nos presentamos de forma voluntaria para contribuir a la resolución de este caso.

Declaramosante la Procuraduría General de la República (PGR), contribuyendo con la información, brindamos testimonios basados en los hechos reales e hicimos contrapeso a los argumentos de la PGJ, ya que la información y la investigación manejadas por este organismo, en todo momento han estado llenas de irregularidades, ambigüedades y omisiones.


En estos momentos a pocos días de cumplirse dos años del asesinato e impunidad de nuestro compañero Bradley Roland Will estas hostigaciones se han incrementado hacia nosotros. 


La familia Will ha manifestado su enojo e indignación por esta situación al entender que se comete otra injusticia al encarcelar en la pasada semana a Juan Manuel Martínez Moreno y Octavio Pérez Pérez personas inocentes, como así también por las órdenes de aprehensión dirigidas hacia nosotros.


Somos hombres soñadores y luchadores sociales pero eso no nos transforma en homicidas.

Esos son otros y para muestra basta con leer el informe de recomendaciones de la CNDH, FHR International Forensic Program de Physicians for Human Rights y Reporteros sin fronteras.

Todo sestos informes son de investigaciones serias y con argumentos sostenibles en la cual descartan que fueran disparos de corta distancialos que provocaron la muerte de Brad Will.

Por lo tanto, exigimos no una justicia con signo de pesos, sino cárcel a los autores intelectuales y materiales que asesinaron al hermano Brad Will, nos referimos al Gobernador de Oaxaca Ulises Ruiz Ortiz, al Ex Presidente de la Republica Vicente Fox y al actual Presidente de la Republica Felipe Calderón, así como también de la impunidad de más de 26 asesinatos que se llevaron a cabo en el año 2006, cuando se movilizaron más de dos millones de personas que demostraron su descontento ante un gobierno ineficiente y corrupto. 



Por eso decimos basta!

Basta a esta guerra contra los luchadores sociales, solidarios y honestos.

Basta de corrupción y encubrimientos!




LeonardoOrtiz Cruz - Gualberto Francisco Santiago Navarro - Gustavo VilchisRamírez - Miguel Cruz Moreno - Alberta Guadalupe Navarro Hernández –


Todos adherentes de la otra campaña y luchadores por la defensa de los derechos humanos
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Sobre algunas noticias respecto al tema, ver AQUI, AQUI y AQUI

21/10/08

Declaración de Caracas


Ciento treinta y nueve intelectuales de 65 países, participaron en el VIII Encuentro Mundial de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad y Asamblea General del Foro Mundial de Alternativas, que se llevó a cabo en el hotel Alba Caracas desde el 13 de octubre. La conclusión del encuentro quedó firmada en la llamada Declaración de Caracas, que reproducimos a continuación:

No hay solución capitalista a la actual crisis capitalista

1. La Red de Intelectuales y Artistas en Defensa de la Humanidad y el Foro Mundial de Alternativas, reunidos en Caracas del 13 al 17 de octubre, agradecen al pueblo y al gobierno de la Venezuela Bolivariana por habernos permitido realizar este primer encuentro conjunto. 
2. La actual crisis capitalista no puede tener una solución capitalista, pues significaría trasladar los costos y sembrar nuevos sufrimientos en los países y pueblos del Sur y en los sectores más vulnerables del Norte. Por ello, rechazamos que las decisiones sean asumidas por los mismos culpables de la crisis, como el G8, el G20 y su Foro de Estabilización Financiera, o los organismos multilaterales, el FMI, la OMC o el Banco Mundial. Es urgente fortalecer espacios existentes y crear nuevos espacios de decisión con la participación y movilización de los gobiernos, las instituciones intergubernamentales, los movimientos sociales y los intelectuales para impulsar salidas alternativas orientadas a un nuevo orden financiero y a una nueva economía. 

3. El capitalismo es responsable también de la crisis ambiental que pone en riesgo la propia supervivencia de la humanidad: cambio climático, crisis alimentaria, crisis energética y escasez de agua dulce. 

4. La crisis abre oportunidades para la construcción de alternativas. Debemos aprovechar el fracaso de las negociaciones de Doha para elaborar nuevas formas y normas de intercambio, basadas en el respeto de los derechos humanos fundamentales, en la seguridad y soberanía alimentarias y en la solidaridad entre los pueblos. Repudiamos el pago de las deudas externas de los países del Sur, a fin de restablecer la soberanía sobre los recursos naturales y exigir el pago de la deuda ecológica. 

5. Expresamos nuestra solidaridad y compromiso militante con los nuevos procesos sociales y políticos emancipatorios en América Latina y en algunos otros países de África y Asia, como en el caso de Nepal, que abren nuevas y promisorias perspectivas para la construcción de un mundo mejor. 

6. La Revolución Venezolana, inspirada en el ideal bolivariano, representa un referente de liberación para las fuerzas democráticas y revolucionarias del mundo. Expresamos nuestra solidaridad y rechazamos los ataques del imperialismo y la derecha en contra del Gobierno y el pueblo venezolanos. Manifestamos nuestra satisfacción por el triunfo obtenido por el presidente Evo Morales en el referendo ratificatorio, así como por el pueblo ecuatoriano al lograr la aprobación de su nueva constitución. Estamos convencidos de que estas ratificaciones populares de los gobiernos de izquierda continuarán en fecha próxima en las elecciones que tendrán lugar en Venezuela y en el referendo constitucional que deberá ser convocado en Bolivia. 

7. Resaltamos la efectiva acción de UNASUR (Unión de Naciones Suramericanas) ante la tentativa de golpe de estado en Bolivia, lo que demostró la capacidad soberana de los países de la región para decidir con autonomía. 

8. Las intervenciones del imperialismo continúan en medio de crecientes costos humanos en todos los continentes. Expresamos nuestra profunda inquietud por la aguda crisis social y política por la que atraviesa Colombia, especialmente por la represión contra los movimientos sociales, obreros, campesinos e indígenas; los obstáculos gubernamentales que han saboteado los avances en el proceso de paz; y las agresiones de la estrategia paramilitar del Estado colombiano, en estrecha vinculación con el Gobierno de Bush, en contra de los países de la región. 

9. La reactivación de la IV Flota de la Armada de Estados Unidos muestra la agresividad con que ese país pretende detener los procesos emancipatorios en curso en esta parte del mundo. La persistencia del bloqueo norteamericano a Cuba es otro signo de la perversidad imperial y al mismo tiempo muestra el fracaso de su política en contra de un pueblo que este 1º de mayo del 2009 cumplirá 50 años de una revolución que ha sido ejemplo de dignidad. Expresamos nuestra solidaridad ante la devastación provocada por los huracanes que asolaron la Isla. 

10. Condenamos la violencia ejercida por el Estado de Israel en contra del pueblo palestino, la cual se ha acentuado extraordinariamente en un proceso que aparenta no tener límite alguno; y respaldamos la campaña internacional de boicot a la política criminal del Estado de Israel. 

11. En Afganistán e Irak, dos pueblos arrasados por el imperialismo, continúa la guerra de agresión de los Estados Unidos y de la OTAN sembrando muerte y destrucción a su paso. Exigimos la salida inmediata de todas las tropas extranjeras. Condenamos las amenazas de agresión del imperialismo contra Irán. 

12. En África, muchos pueblos son víctimas de conflictos ajenos a sus propios intereses y que ponen en peligro su propia sobrevivencia. Padecen las acciones de las corporaciones transnacionales interesados en el saqueo de sus recursos naturales, como en el caso de la República Democrática del Congo y Nigeria, o de poderes externos, como en el caso de Somalia. Apoyamos a los gobiernos africanos que rechazan la presencia del Comando África (Africom) de la Armada norteamericana y el establecimiento de Tratados con la Unión Europa. 

13. Frente a la barbarie de las situaciones señaladas, ratificamos nuestra convicción de que el socialismo es la única alternativa para solucionar el conjunto de los problemas económicos, sociales, políticos, culturales, medioambientales y civilizatorios de la humanidad. Su construcción será el resultado de la convergencia y de la movilización de los y las trabajadores, campesinos, indígenas, mujeres, movimientos sociales y ambientales y de otros grupos que desafían la injusticia, para hacer realidad la esperanza de los pueblos por otro mundo posible. 

Caracas, 17 de octubre de 2008

18/10/08

Libro: El Manifiesto Comunista (Volver a Marx)


Al parecer, la actual crisis económica no termina de explicarse desde la literatura económica tradicional. En la feria del libro en Alemania, la venta de El Capital de Marx ha superado los niveles convencionales, convirtiéndose en un autentico "best seller". Para quienes no se hayan acercado todavía a los escritos del teórico de Tréveris, dejamos a su disposición un clásico que hace unos meses cumplió 160 años de publicado: El Manifiesto Comunista en PDF AQUI

15/10/08

Conforman índigenas guerrerenses consejo con base en principios del EZLN


Por: Marlen Castro

Habitantes de las cuatro naciones indígenas de la entidad conformaron esta mañana el Consejo Indígena y Popular de Guerrero (Cipog) Emiliano Zapata, organización en la que de acuerdo con sus estatutos y principios, los dirigentes o coordinadores no podrán pertenecer a ningún partido político ni acceder a puestos de representación popular o cargo público.
El Cipog está conformada por algunos integrantes del extinto Consejo Guerrerense 500 Años de Resistencia Indígena (CG500ARI), organización con mucha fuerza y poder de convocatoria entre los pueblos indígenas durante la década de los noventa, donde las pugnas internas de los grupos por los cargos acabó con la cohesión hasta que los mismos integrantes decidieron declarar su desintegración.

Algunos que conforman la organización son Amador Cortés, del pueblo nahuatl; Cirino Placido Valero, de los me’phaa y fundador de la policía comunitaria, por la comunidad indígena El Rincón de Chautla y el respaldo solidario de otras organizaciones no indígenas.

El Cipog asume los principios propuestos por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), de que la lucha no es para acceder al poder sino por la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas

Por lo anterior sus principios son los siguientes: mandar obedeciendo, proponer y no imponer, bajar y no subir, representar y no suplantar, construir y no destruir, convencer y no vencer, servir y no servirse.

La conformación de esta nueva organización se llevó a cabo en la comunidad indígena Emperador Cuauhtémoc, al sureste de la ciudad, lo que quedó del Consejo Guerrerense, dividido en dos grandes grupos que ahora tienen un enfrentamiento que los ha llevado a conatos de violencia en la misma unidad habitacional.

Cirino Plácido Valerio, fundador del Consejo Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria(CRAC), entrevistado durante un receso del encuentro constitutivo aseveró que la pertenencia a esta organización y algún partido político será tomada como doble militancia y ningún dirigente o coordinador podrá hacerlo. “O están allá o están aquí pero no en ambos lados”, aseguró.

Según sus principios, la nueva organización tendrá como máxima autoridad la asamblea general de consejeros, instancia representativa de todas las organizaciones y será la que tome todas las decisiones. En la asamblea, los cargos serán rotativos y honoríficos y será una organización sin falsas representaciones, nadie representa a nadie y todos se representan a si mismos.

La lucha central del Cipog será la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas y dará respaldo a todos los movimientos que surgen desde abajo.

Placido Valerio aseguró que los pueblos indígenas organizados perdieron la fe en los partidos y en los políticos que los encabezan, razón por la cual “no creemos en la lucha partidista, ya que esto lo único que ha hecho es llevar a las comunidades indígenas a las componendas políticas que nos han dividido”.

12 de octubre: Nada que festejar


Por: Eduardo Galeano

En su diario del Descubrimiento, el almirante escribió 139 veces la palabra oro y 51 veces la palabra Dios o Nuestro Señor. Él no podía cansar los ojos de ver tanta lindeza en aquellas playas, y el 27 de noviembre profetizó: Tendrá toda la cristiandad negocio en ellas. Y en eso no se equivocó.


Al cabo de cinco siglos de negocio de toda la cristiandad, ha sido aniquilada una tercera parte de las selvas americanas, está yerma mucha tierra que fue fértil y más de la mitad de la población come salteado. Los indios, víctimas del más gigantesco despojo de la historia universal, siguen sufriendo la usurpación de los últimos restos de sus tierras, y siguen condenados a la negación de su identidad diferente.

Se les sigue prohibiendo vivir a su modo y manera, se les sigue negando el derecho de ser. Al principio, el saqueo y el otrocidio fueron ejecutados en nombre del Dios de los cielos. Ahora se cumplen en nombre del dios del Progreso.

Sin embargo, en esa identidad prohibida y despreciada fulguran todavía algunas claves de otra América posible. América, ciega de racismo, no las ve.

El 12 de octubre de 1492, Cristóbal Colón escribió en su diario que él quería llevarse algunos indios a España para que aprendan a hablar ("que deprendan fablar"). Cinco siglos después, el 12 de octubre de 1989, en una corte de justicia de los Estados Unidos, un indio mixteco fue considerado retardado mental ("mentally retarded") porque no hablaba correctamente la lengua castellana.

Ladislao Pastrana, mexicano de Oaxaca, bracero ilegal en los campos de California, iba a ser encerrado de por vida en un asilo público. Pastrana no se entendía con la intérprete española y el psicólogo diagnosticó un claro déficit intelectual. Finalmente, los antropólogos aclararon la situación: Pastrana se expresaba perfectamente en su lengua, la lengua mixteca, que hablan los indios herederos de una alta cultura que tiene más de dos mil años de antigüedad.

El Paraguay habla guaraní. Un caso único en la historia universal: la lengua de los indios, lengua de los vencidos, es el idioma nacional unánime. Y sin embargo, la mayoría de los paraguayos opina, según las encuestas, que quienes no entienden español son como animales.

De cada dos peruanos, uno es indio, y la Constitución de Perú dice que el quechua es un idioma tan oficial como el español. La Constitución lo dice, pero la realidad no lo oye. El Perú trata a los indios como África del Sur trata a los negros. El español es el único idioma que se enseña en las escuelas y el único que entienden los jueces y los policías y los funcionarios. (El español no es el único idioma de la televisión, porque la televisión también habla inglés.) Hace cinco años, los funcionarios del Registro Civil de las Personas, en la ciudad de Buenos Aires, se negaron a inscribir ek nacimiento de un niño. Los padres, indígenas de la provincia de Jujuy, querían que su hijo se llamara Qori Wamancha, un nombre de su lengua. El Registro argentino no lo aceptó por ser nombre extranjero.

Los indios de las Américas viven exiliados en su propia tierra. El lenguaje no es una señal de identidad, sino una marca de maldición. No los distingue: los delata. Cuando un indio renuncia a su lengua, empieza a civilizarse. ¿Empieza a civilizarse o empieza a suicidarse?

Cuando yo era niño, en las escuelas del Uruguay nos enseñaban que el país se había salvado del problema indígena gracias a los generales que en el siglo pasado exterminaron a los últimos charrúas.

El problema indígena: los primeros americanos, los verdaderos descubridores de América, son un problema. Y para que el problema deje de ser un problema, es preciso que los indios dejen de ser indios. Borrarlos del mapa o borrarles el alma, aniquilarlos o asimilarlos: el genocidio o el otrocidio.

En diciembre de 1976, el ministro del Interior del Brasil anunció, triunfal, que el problema indígena quedará completamente resuelto al final del siglo veinte: todos los indios estarán, para entonces, debidamente integrados a la sociedad brasileña, y ya no serán indios.

El ministro explicó que el organismo oficialmente destinado a su protección (FUNAI, Fundacao Nacional do Indio) se encargará de civilizarlos, o sea: se encargará de desaparecerlos. Las balas, la dinamita, las ofrendas de comida envenenada, la contaminación de los ríos, la devastación de los bosques y la difusión de virus y bacterias desconocidos por los indios, han acompañado la invasión de la Amazonia por las empresas ansiosas de minerales y madera y todo lo demás.

Pero la larga y feroz embestida no ha bastado. La domesticación de los indios sobrevivientes, que los rescata de la barbarie, es también un arma imprescindible para despejar de obstáculos el camino de la conquista.

Matar al indio y salvar al hombre, aconsejaba el piadoso coronel norteamericano Henry Pratt. Y muchos años después, el novelista peruano Mario Vargas Llosa explica que no hay más remedio que modernizar a los indios, aunque haya que sacrificar sus culturas, para salvarlos del hambre y la miseria.

La salvación condena a los indios a trabajar de sol a sol en minas y plantaciones, a cambio de jornales que no alcanzan para comprar una lata de comida para perros. Salvar a los indios también consiste en romper sus refugiso comunitarios y arrojarlos a las canteras de mano de obra barata en la violenta intemperie de las ciudades, donde cambian de lengua y de nombre y de vestido y terminan siendo mendigos y borrachos y putas de burdel.

O salvar a los indios consiste en ponerles uniforme y mandarlos, fusil al hombro, a matar a otros indios o a morir defendiendo al sistema que los niega. Al fin y al cabo, los indios son buena carne de cañón: de los 25 mil indios norteamericanos enviados a la segunda guerra mundial, murieron 10 mil.

El 16 de diciembre de 1492, Colón lo había anunciado en su diario: los indios sirven para les mandar y les hacer trabajar, sembrar y hacer todo lo que fuere menester y que hagan villas y se enseñen a andar vestidos y a nuestras costumbres. Secuestro de los brazos, robo del alma: para nombrar esta operación, en toda América se usa, desde los tiempos coloniales, el verbo reducir. El indio salvado es el indio reducido. Se reduce hasta desaparecer: vaciado de sí, es un no-indio, y es nadie.

El shamán de los indios chamacocos, de Paraguay, canta a las estrellas, a las arañas y a la loca Totila, que deambula por los bosques y llora. Y canta lo que le cuenta el martín pescador:

 No sufras hambre, no sufras sed. Súbete a mis alas y comeremos peces del río y beberemos el viento.

Y canta lo que le cuenta la neblina:

 Vengo a cortar la helada, para que tu pueblo no sufra frío.

Y canta lo que le cuentan los caballos del cielo:

 Ensíllanos y vamos en busca de la lluvia.

Pero los misioneros de una secta evangélica han obligado al chamán a dejar sus plumas y sus sonajas y sus cánticos, por ser cosas del Diablo; y él ya no puede curar las mordeduras de víboras, ni traer la lluvia en tiempos de sequía, ni volar sobre la tierra para cantar lo que ve. En una entrevista con Ticio Escobar, el shamán dice: Dejo de cantar y me enfermo. Mis sueños no saben adónde ir y me atormentan. Estoy viejo, estoy lastimado. Al final, ¿de qué me sirve renegar de lo mío?

El shamán lo dice en 1986. En 1614, el arzobispo de Lima había mandado quemar todas las quenas y demas instrumentos de música de los indios, y había prohibido todas sus danzas y cantos y ceremonias para que el demonio no pueda continuar ejerciendo sus engaños. Y en 1625, el oidor de la Real Audiencia de Guatemala había prohibido las danzas y cantos y ceremonias de los indios, bajo pena de cien azotes, porque en ellas tienen pacto con los demonios.

Para despojar a los indios de su libertad y de sus bienes, se despoja a los indios de sus símbolos de identidad. Se les prohíbe cantar y danzar y soñar a sus dioses, aunque ellos habían sido por sus dioses cantados y danzados y soñados en el lejano día de la Creación. Desde los frailes y funcionarios del reino colonial, hasta los misioneros de las sectas norteamericanas que hoy proliferan en América Latina, se crucifica a los indios en nombre de Cristo: para salvarlos del infierno, hay que evangelizar a los paganos idólatras. Se usa al Dios de los cristianos como coartada para el saqueo.

El arzobispo Desmond Tutu se refiere al África, pero también vale para América:

 Vinieron. Ellos tenían la Biblia y nosotros teníamos la tierra. Y nos dijeron: "Cierren los ojos y recen". Y cuando abrimos los ojos, ellos tenían la tierra y nosotros teníamos la Biblia.

Los doctores del Estado moderno, en cambio, prefieren la coartada de la ilustración: para salvarlos de las tinieblas, hay que civilizar a los bárbaros ignorantes. Antes y ahora, el racismo convierte al despojo colonial en un acto de justicia. El colonizado es un sub-hombre, capaz de superstición pero incapaz de religión, capaz de folclore pero incapaz de cultura: el sub-hombre merece trato subhumano, y su escaso valor corresponde al bajo precio de los frutos de su trabajo. El racismo legitima la rapiña colonial y neocolonial, todo a lo largo de los siglos y de los diversos niveles de sus humillaciones sucesivas.

América Latina trata a sus indios como las grandes potencias tratan a América Latina.

Gabriel René-Moreno fue el más prestigioso historiador boliviano del siglo pasado. Una de las universidades de Bolivia lleva su nombre en nuestros días. Este prócer de la cultura nacional creía que los indios son asnos, que generan mulos cuando se cruzan con la raza blanca. Él había pesado el cerebro indígena y el cerebro mestizo, que según su balanza pesaban entre cinco, siete y diez onzas menos que el cerebro de raza blanca, y por tanto los consideraba celularmente incapaces de concebir la libertad republicana.

El peruano Ricardo Palma, contemporáneo y colega de Gabriel René-Moreno, escribió que los indios son una raza abyecta y degenerada. Y el argentino Domingo Faustino Sarmiento elogiaba así la larga lucha de kis indios araucanos por su libertad: Son más indómitos, lo que quiere decir: animales más reacios, menos aptos para la Civilización y la asimilación europea.

El más feroz racismo de la historia latinoamericana se encuentra en las palabras de los intelectuales más célebres y celebrados de fines del siglo diecinueve y en los actos de los políticos liberales que fundaron el Estado moderno. A veces, ellos eran indios de origen, como Porfirio Díaz, autor de la modernización capitalista de México, que prohibió a los indios caminar por las calles principales y sentarse en las plazas públicas si no cambiaban los calzones de algodón por el pantalón europeo y los huaraches por zapatos.

Eran los tiempos de la articulación al mercado mundial regido por el Imperio Británico, y el desprecio científico por los indios otorgaba impunidad al robo de sus tierras y de sus brazos.

El mercado exigía café, pongamos el caso, y el café exigía más tierras y más brazos. Entonces, pongamos por caso, el presidente liberal de Guatemala, Justo Rufino Barrios, hombre de progreso, restablecía el trabajo forzado de la época colonial y regalaba a sus amigos tierras de indios y peones indios en cantidad.

El racismo se expresa con más ciega ferocidad en países como Guatemala, donde los indios siguen siendo porfiada mayoría a pesar de las frecuentes oleadas exterminadoras.

En nuestros días, no hay mano de obra peor pagada: los indios mayas reciben 65 centavos de dólar por cortar un quintal de café o de algodón o una tonelada de caña. Los indios no pueden ni plantar maíz sin permiso militar y no pueden moverse sin permiso de trabajo. El ejército organiza el reclutamiento masivo de brazos para las siembras y cosechas de exportación. En las plantaciones, se usan pesticidas cincuenta veces más tóxicos que el máximo tolerable; la leche de las madres es la más contaminada del mundo occidental. Rigoberta Menchú: su hermano menor, Felipe, y su mejor amiga, María, murieron en la infancia, por causa de los pesticidas rociados desde las avionetas. Felipe murió trabajando en el café. María, en el algodón. A machete y bala, el ejército acabó después con todo el resto de la familia de Rigoberta y con todos los demás miembros de su comunidad. Ella sobrevivió para contarlo.

Con alegre impunidad, se reconoce oficialmente que han sido borradas del mapa 440 aldeas indígenas entre 1981 y 1983, a lo largo de una campaña de aniquilación más extensa, que asesinó o desapareció a muchos miles de hombres y de mujeres. La limpieza de la sierra, plan de tierra arrasada, cobró también las vidas de una incontable cantidad de niños. Los militares guatemaltecos tienen la certeza de que el vivio de la rebelión se transmite por los genes.

Una raza inferior, condenada al vicio y a la holgazanería, incapaz de orden y progreso, ¿merece mejor suerte? La violencia institucional, el terrorismo de Estado, se ocupa de despejar las dudas. Los conquistadores ya no usan caparazones de hierro, sino que visten uniformes de la guerra de Vietnam. Y no tienen piel blanca: son mestizos avergonzados de su sangre o indios enrolados a la fuerza y obligados a cometer crímenes que los suicidan. Guatemala desprecia a los indios, Guatemala se autodesprecia.

Esta raza inferior había descubierto la cifra cero, mil años antes de que los matemáticos europeos supieran que existía. Y habían conocido la edad del universo, con asombrosa precisión, mil años antes que los astrónomos de nuestro tiempo.

Los mayas siguen siendo viajeros del tiempo: ¿Qué es un hombre en el camino? Tiempo.

Ellos ignoraban que el tiempo es dinero, como nos reveló Henry Ford. El tiempo, fundador del espacio, les parece sagrado, como sagrados son su hija, la tierra, y su hijo, el ser humano: como la tierra, como la gente, el tiempo no se puede comprar ni vender. La Civilización sigue haciendo lo posible por sacarlos del error.

¿Civilización? La historia cambia según la voz que la cuenta. En América, en Europa o en cualquier otra parte. Lo que para los romanos fue la invasión de los bárbaros, para los alemanes fue la emigración al sur.

No es la voz de los indios la que ha contado, hasta ahora, la historia de América. En las vísperas de la conquista española, un profeta maya, que fue boca de los dioses, había anunciado: Al terminar la codicia, se desatará la cara, se desatarán las manos, se desatarán los pies del mundo. Y cuando se desate la boca, ¿qué dirá? ¿Qué dirá la otra voz, la jamás escuchada? Desde el punto de vista de los vencedores, que hasta ahora ha sido el punto de vista único, las costumbres de los indios han confirmado siempre su posesión demoníaca o su inferioridad biológica. Así fue desde los primeros tiempos de la vida colonial:

¿Se suicidan los indios de las islas del mar Caribe, por negarse al trabajo esclavo? Porque son

holgazanes.


¿Andan desnudos, como si todo el cuerpo fuera cara? Porque los salvajes no tienen vergüenza.

¿Ignoran el derecho de propiedad, y comparten todo, y carecen de afán de rqueza? Porque son más parientes del mono que del hombre.

¿Se bañan con sospechosa frecuencia? Porque se parecen a los herejes de la secta de Mahoma, que bien arden en los fuegos de la Inquisición.

¿Jamás golpean a los niños, y los dejan andar libres? Porque son incapaces de castigo ni doctrina.

¿Creen en los sueños, y obedecen a sus voces? Por influencia de Satán o por pura estupidez.

¿Comen cuando tienen hambre, y no cuando es hora de comer? Porque son incapaces de dominar sus instintos.

¿Aman cuando sienten deseo? Porque el demonio los induce a repetir el pecado original.

¿Es libre la homosexualidad? ¿La virginidad no tiene importancia alguna? Porque viven en la antesala del infierno.

En 1523, el cacique Nicaragua preguntó a los conquistadores:

 Y al rey de ustedes, ¿quién lo eligió?

El cacique había sido elegido por los ancianos de las comunidades. ¿Había sido el rey de Castilla elegido por los ancianos de sus comunidades? La América precilombina era vasta y diversa, y contenía modos de democracia que Europa no supo ver, y que el mundo ignora todavía. Reducir la realidad indígena americana al despotismo de los emperadores incas, o a las prácticas sanguinarias de la dinastía azteca, equivale a reducir la realidad de la Europa renacentista a la tiranía de sus monarcas o a las siniestras ceremonias de la Inquisición.

En la tradición guaraní, por ejemplo, los caciques se eligen en asambleas de hombres y mujeres -y las asambleas los destituyen si no cumplen el mandato colectivo. En la tradición iroquesa, hombres y mujeres gobiernan en pie de igualdad. Los jefes son hombres; pero son las mujeres quienes los ponen y deponen y ellas tienen poder de decisión, desde el Consejo de Matronas, sobre muchos asuntos fundamentales de la confederación entera. Allá por el año 1600, cuando los hombres iroqueses se lanzaron a guerrear por su cuenta, las mujeres hicieron huelga de amores. Y al poco tiempo los hombres, obligados a dormir solos, se sometieron al gobierno compartido.

En 1919, el jefe militar de Panamá en las islas de San Blas, anunció su triunfo:

 Las indias kunas ya no vestirán molas, sino vestidos civilizados.

Y anunció que las indias nunca se pintarían la nariz sino las mejillas, como debe ser, y que nunca más llevarían aros en la nariz, sino en las orejas. Como debe ser.

Setenta años después de aquel canto de gallo, las indias kunas de nuestros días siguen luciendo sus aros de oro en la nariz pintada, y siguen vistiendo sus molas, hechas de muchas telas de colores que se cruzan con siempre asombrosa capacidad de imaginación y de belleza: visten sus molas en la vida y con ella se hunden en la tierra, cuando llega la muerte.

En 1989, en vísperas de la invasión norteamericana, el general Manuel Noriega aseguró que Panamá era un país respetuosos de los derechos humanos:

 No somos una tribu -aseguró el general.

Las técnicas arcaicas, en manos de las comunidades, habían hecho fértiles los desiertos en la cordillera de los Andes. Las tecnologías modernas, en manos del latifundio privado de exportación, están convirtiendo en desiertos las tierras fértiles en los Andes y en todas partes.

Resultaría absurdo retroceder cinco siglos en las técnicas de producción; pero no menos absurdo es ignorar las catástrofes de un sistema que exprime a los hombre y arrasa los bosques y viola la tierra y envenena los ríos para arrancar la mayor ganancia en el plazo menos. ¿No es absurdo sacrificar a la naturaleza y a la gente en los altares del mercado internacional? En ese absurdo vivimos; y lo aceptamos como si fuera nuestro único destino posible.

Las llamadas culturas primitivas resultan todavía peligrosas porque no han perdido el sentido común. Sentido común es también, por extensión natural, sentido comunitarios. Si pertenece a todos el aire, ¿por qué ha de tener dueño la tierra? Si desde la tierra venimos, y hacia la tierra vamos, ¿acaso no nos mata cualquier crimen que contra la tierra se comete? La tierra es cuna y sepultura, madre y compañera. Se le ofrece el primer trago y el primer bocado; se le da descanso, se la protege de la erosión.

Es sistema desprecia lo que ignora, porque ignora lo que teme conocer. El racismo es también una máscara del miedo.

¿Qué sabemos de las culturas indígenas? Lo que nos han contado las películas del Fas West. Y de las culturas africanas, ¿qué sabemos? Lo que nos ha contado el profesor Tarzán, que nunca estuvo.

Dice un poeta del interior de Bahía: Primero me robaron del África. Después robaron el África de mi.

La memoria de América ha sido mutilada por el racismo. Seguimos actuando como si fuéramos hijos de Europa, y de nadie más.

A fines del siglo pasado, un médico inglés, John Down, identificó el síndrome que hoy lleva su nombre. Él creyó que la alteración de los cromosomas implicaba un regreso a las razas inferiores, que generaba mongolian idiots, negroid idiots y aztec idiots.

Simultáneamente, un médico italiano, Cesare Lombrosos, atribuyó al criminal nato los rasgos físicos de los negros y de los indios.

Por entonces, cobró base científica la sospecha de que los indios y los negros son proclives, por naturaleza, al crimen y a la debilidad mental. Los indios y los negros, tradicionales instrumentos de trabajo, vienen siendo también desde entonces, objetos de ciencia.

En la misma época de Lombroso y Down, un médico brasileño, Raimundo Nina Rodrigues, se puso a estudiar el problema negro. Nina Rodrigues, que era mulato, llegó a la conclusión de que la mezcla de sangres perpetúa los caracteres de las razas inferiores, y que por tanto la raza negra en el Brasil ha de constituir siempre uno de los factores de nuestra inferioridad como pueblo. Este médico psiquiatra fue el primer investigador de la cultura brasileña de origen africano. La estudió como caso clínico: las religiones negras, como patología; los trances, como manifestaciones de histeria.

Poco después, un médico argentino, el socialista José Ingenieros, escribió que los negros, oprobiosa escoria de la raza humana, están más próximos de los monos antropoides que de los blancos civilizados. Y para demostrar su irremediable inferioridad, Ingenieros comprobaba: Los negros no tienen ideas religiosas.

En realidad, las ideas religiosas habían atravesado la mar, junto a los esclavos, en los navíos negreros. Una prueba de obstinación de la dignidad humana: a las costas americanas solamente llegaron los dioses del amor y de la guerra. En cambio, los dioses de la fecundidad, que hubieran multiplicado las cosechas y los esclavos del amo, se cayeron al agua.

Los dioses peleones y enamorados que completaron la travesía, tuvieron que disfrazarse de santos blancos, para sobrevivir y ayudar a sobrevivir a los millones de hombres y mujeres violentamente arrancados del África y vendidos como cosas. Ogum, dios del hierro, se hizo pasar por san Jorge o san Antonio o san Miguel, Shangó, con todos sus truenos y sus fuegos, se convirtió en santa Bárbara. Obatalá fue Jesucristo y Oshún, la divinidad de las agus dulces, fue la Virgen de la Candelaria…

Dioses prohibidos. En las colonias españolas y portuguesas y en todas ls demás: en las islas inglesas del Caribe, después de la abolición de la esclavitud se siguió prohibiendo tocar tambores o sonar vientos al modo africano, y se siguió penando con cárcel la simple tenencia de una imagen de cualquier dios africano. Dioses prohibidos, porque peligrosamente exaltan las pasiones humanas, y en ellas encarnan. Friedrich Nietzsche dijo una vez:

 Yo sólo podría creer en un dios que sepa danzar.

Como José Ingenieros, Nietzsche no conocía a los dioses africanos. Si los hubiera conocido, quizá hubiera creído en ellos. Y quizá hubiera cambiado algunas de sus ideas. José Ingenieros, quién sabe.

La piel oscura delata incorregibles defectos de fábrica. Así, la tremenda desigualdad social, que es también racial, encuentra su coartada en las taras hereditarias.Lo había observado Humboldt hace doscientos años, y en toda América sigue siendo así: la pirámide de las clases sociales es oscura en la base y clara en la cúspide. En el Brasil, por ejemplo, la democracia raciasl consiste en que los más blancos están arriba y los más negros abajo. James Baldwin, sobre los negros en Estados Unidos:

 Cuando dejamos Mississipi y vinimos al Norte, no encontramos la libertad.

Encontramos los peores lugares en el mercado de trabajo; y en ellos estamos todavía.

Un indio del Norte argentino, Asunción Ontíveros Yulquila, evoca hoy el trauma que marcó su infancia:

 Las personas buenas y lindas eran las que se parecían a Jesús y a la Virgen.

Pero mi padre y mi madre no se parecían para nada a las imágenes de Jesús y la Virgen María que yo veía en la iglesia de Abra Pampa.

La cara propia es un error de la naturaleza. La cultura propia, una prueba de ignorancia o una culpa que expiar. Civilizar es corregir.

El fatalismo biológico, estigma de las razas inferiores congénitmente condenadas a la indolencia y a la violencia y a la miseria, no sólo nos impide ver las causas reales de nuestra desventura histórica. Además, el racismo nos impide conocer, o reconocer, ciertos valores fundamentales que las culturas despreciadas han podido milagrosamente perpetuar y que en ellas encarnan todavía, mal que bien, a pesar de los siglos de persecución, humillación y degradación. Esos valores fundamentales no son objetos de museo. Son factores de historia, imprescindibles para nuestra imprescindible invención de una América sin mandones ni mandados. Esos valores acusan al sistema que los niega.

Hace algun tiempo, el sacerdote español Ignacio Ellacuría me dijo que le resultaba absurdo eso del Descubrimiento de América. El opresor es incapaz de descubrir, me dijo:

 Es el oprimido el que descubre al opresor.

Él creía que el opresor ni siquiera puede descubrirse a sí mismo. La verdadera realidad del opresor sólo se puede ver desde el oprimido.

Ignacio Ellacuría fue acribillado a balazos, por creer en esa imperdonable capacidad de revelación y por compartir los riesgos de la fe en su poder de profecía.

¿Lo asesinaron los militares de El Salvador, o lo asesinó un sistema que no puede tolerar la mirada que lo delata?

11/10/08

Ni Hayek ni Keynes, hoy más que nunca Marx


LA JORNADA, 11-10-08

Por: Marcos Roitman Rosenmann

Vivimos tiempos de incertidumbre. Quienes valoran la extensión de la crisis del capitalismo son los movimientos alternativos, sus gestores y causantes. Los diagnósticos y proyecciones sobre la globalización neoliberal lanzados hace 20 años por los movimientos antiglobalización o antisistémicos han dado en la dia. Las políticas de privatización, apertura comercial, financiera y flexibilidad laboral escondían un enorme grado de explotación y especulación. El resultado sería inevitablemente el colapso general del planeta. Nada hacía presagiar otro sendero. Sin embargo, resulta extraño que los economistas neoliberales se queden perplejos y apunten a pecados bíblicos como la tacañería y la avaricia para explicar la crisis. ¿Acaso piensan en otra racionalidad del capitalismo? Su incultura parece situarse en las mismas cotas que la crisis. Son de hondo calado. De nada les ha servido obtener master o doctorados en Chicago o la fundación Heritage. Lo recomendable hubiese sido darles a leer los cuentos de Charles Dickens y poner sobre su mesa los estudios históricos de Sombart relacionando el burgués con la propensión al lujo y el origen del capitalismo. Pero la mala memoria de los actuales tecnócratas de las finanzas coincide con la derrota de su doctrina del libre mercado. No les gusta reconocer que el derroche es parte de la mentalidad plutocrática de la evolución del capitalismo. No hay banquero que no haga ostentación de su riqueza en forma de yates, coches de lujo, organice viajes de placer, comidas opíparas, orgías, adquiera ropas de marca, participe de prostitución de alto copete, y se vanaglorie de comprar y vender obras de arte. De otra manera no serían capitalistas. El robo y la piratería es consustancial a los orígenes del capitalismo y precede la globalización neoliberal. Baste recorrer las calles de Florencia o de Venecia para saber de qué hablamos. Los Medici y los Sforza. Palacios y riquezas en diferentes arquetipos muestran su poder y el de sus repúblicas. Sorokin lo ejemplarizó con una metáfora. El capitalismo no puede vivir en una sociedad de credo comunista, se debe al lujo. El capitalismo no tiene salida al margen de sus parámetros de consumo y de organización económica. Requiere tragar, engullir, es violento y necesita un mayor grado de fuerza bruta para apuntalarse. Se mantiene gracias a la eficiente acción de las clases dominantes y de las elites económicas, verdaderas controladoras del Estado y de sus aparatos de dominación política. Hipótesis comprobable si vemos el itinerario que se pretende seguir al “donar” millones de dólares o euros a quienes han provocado la mayor crisis social y económica hasta ahora conocida debido a su falta de escrúpulos para obtener un plus y engordar sus cuentas corrientes a costa del contribuyente. No podía ser de otra manera. Marx tenía razón. Cuando los gobiernos conservadores y neoliberales se prestan a rejuvenecer el sistema financiero por medio de un intervencionismo estatal se refuerza el carácter de clase del Estado. Es el capitalista global el que está representado en su forma equivalente general. En momentos de necesidad emerge su esencia. Inyectar millones y millones de dólares o euros para evitar una catástrofe financiera o una caída espectacular de los valores bursátiles, supone orientar políticamente las decisiones. Pero igualmente, conlleva salvar a los grandes empresarios y las trasnacionales. El horizonte es reflotar el sistema. No se busca una crítica sobre las causas que han motivado llegar hasta aquí. No se preguntan sobre los orígenes de un orden social fundado en la expoliación de los recursos naturales, en la degradación del medio ambiente, y en una continuada y constante pérdida de derechos sociales, políticos y económicos de las grandes mayorías. Es decir, no se trata de dar un giro de 180 grados. La respuesta a la crisis consiste en velar su causa, la irracionalidad de la explotación del hombre por el hombre y del hombre hacia la naturaleza. En ocultar el beneficio de las empresas trasnacionales, dueñas de las tecnologías y las patentes capaces, primero, de crear hambrunas en continentes enteros y, después, de llevar a la muerte a miles de niños obteniendo pingües beneficios para aumentar rendimientos en condiciones de monopolio. Empresas patrocinadoras de guerras espurias, de venta de armas, de trabajo infantil y de inmigración ilegal. Factores que coadyuvan para abaratar costes de producción y aumentar su control sobre gobernantes corruptos y dóciles. No nos llamemos a engaños. Insuflar dinero a los grandes bancos y salir en defensa de sus consejeros y altos cargos es parte de una estrategia pendular. Cuando no resulta oportuno tejer con Hayek, se teje con Keynes. Unas veces desde la oferta y otras desde la demanda. Tanto monta, monta tanto. En cualquier caso, el resultado es el mismo. La relación capital-trabajo se asienta sobre la expropiación del excedente económico producido por el trabajador en condiciones de apropiación privada. Así, quienes pagan los platos rotos de esta estrategia son los de siempre. Las clases explotadas y oprimidas del campo y la ciudad. Salvar el orden económico, sin modificar su estructura y su organización, conlleva un aumento de la desigualdad social y la explotación. Pero el discurso de la cohesión social recubre esta opción bajo el eufemismo de apoyar una estrategia de aumentar prestaciones a los más débiles. Políticas para los desamparados y los pobres de solemnidad. Así, se soslayan las indemnizaciones millonarias a los ejecutivos de los bancos y las empresas trasnacionales cuyos contratos blindados se gestionaron con anterioridad. Los impuestos de todos irán a los bolsillos de unos pocos y servirán para pagar una buenas vacaciones y aligerar el estrés de su ineficaz gestión. Ninguno pasará por la cárcel, previo juicio. Tampoco se verá sometido al escarnio público ni se avergonzará. Seguirán en sus trece, para ellos, nada ha fallado; esperarán agazapados la siguiente oportunidad. Su relato será simple: han sido unos pocos inescrupulosos los causantes del desastre. Las aguas deben volver a su cauce. El capitalismo retomará su rumbo y otra vez se podrá robar a manos llenas. Por este camino el planeta desaparecerá. Ni Hayek ni Keynes, hoy más que nunca Marx.


Libro: Corridos Zapatistas



La lucha no es algo triste, al contrario, se ha acompañado siempre de música. Los Corridos Zapatistas están dedicados al Caudillo del Sur y son un grito contra la injusticia y por la libertad. Con plena vigencia en nuestros días, el canto que anima a luchar contra la mercantilización de la tierra sigue sonando en el sur. En pdf AQUI 

6/10/08

La Crisis y las Medidas del Poder


Por: Antonio Roquentin

El gobierno de Estados Unidos tiene dinero de sobra, no sólo para nacionalizar la deuda de las entidades financieras en quiebra, sino para invertir en su propia seguridad a partir del control de los servicios de inteligencia nacional de México.
El gobierno de Bush destinará 17 millones de dólares al CISEN, con la excusa de combatir el narcotráfico y el terrorismo. Como es sabido, el CISEN se dedica más que nada al espionaje político; incluir el terrorismo es el pretexto de la ingerencia del gobierno estadounidense en nuestro país. De hecho, el terrorismo ha sido el pretexto utilizado desde que el comunismo dejó de servir como tal; el caso es inventar un enemigo externo que genere el pavor suficiente que permita el control de la población y la aplicación de medidas económicas que despojen a las mayorías a favor de una minoría. Según el plan de gastos, el CISEN será vigilado para “asegurarse que el equipo será utilizado de acuerdo con las leyes de Estados Unidos y México”.

Esto se da al principio de una de las crisis más terribles del capitalismo. Lo que se viene se puede pronosticar no sólo en términos económicos. A partir del primer día de octubre, el gobierno estadounidense desplegó una unidad de combate dentro de los Estados Unidos bajo el comando del Ejército norte de ese país; el NorthCom fue creado por el pentágono después de los ataques al World Trade Center en septiembre del 2001, con la intención de defender la patria y ayudar a las autoridades locales. Esta vez, se informa que el objetivo es “atender” posibles disturbios, “ayudar” en casos de descontento social y “control” de multitudes. Todo parece indicar que la aplicación de la ley marcial es inminente. La actual crisis financiera, que no parece detenerse ni con el salvataje público de intereses privados más brutal en la historia del capitalismo, es el augurio de una recesión todavía inconmensurable que le espera al país del norte y al mundo. Todavía no es posible calcular el nivel de desempleo que causará esta debacle y con ello, la pobreza y desesperación que sufrirá la mayoría de la población mundial. Estados Unidos ya empieza a prepararse militarizando sus calles, pero no sólo eso; los propietarios están asegurados en la defensa de su patrimonio con asociaciones como InfraGard, que aliada al FBI, integra a más de 26 mil empresas estadounidenses, cuyos dueños, por ser parte de esta entidad están legalmente avalados, no sólo para espiar y denunciar a sus vecinos, sino para, en tiempos de ley marcial, disparar a matar sin ser procesados por ello. Claro, todo en nombre de la lucha contra el terrorismo. En el 2005, el director del FBI dijo: “Ustedes, los del sector privado, están en la primera línea de defensa”. 

El Plan Mérida, los avances de la Cuarta Flota y la militarización de la vida cotidiana estadounidense, son los síntomas de un sistema que ha dejado de funcionar y que está determinado a mantenerse por la fuerza. La socialización de las pérdidas, avalada ya por el congreso de Estados Unidos, es una medida contra las mayorías que ha sucedido en México y el resto de Latinoamérica, y que ahora practican Europa, Asia y la nación más difusora del libre mercado y la no intervención estatal en la economía. El impacto económico que tendrán estas medidas será desastroso por generaciones y lo peor de todo es que no ha funcionado para inyectar confianza en el sector financiero; las bolsas del mundo siguen cayendo, dejando claro que la crisis tiene un origen más estructural, más sistémico. La crisis social que se viene es analizada ya por los centros del poder político y económico, y por lo tanto, las medidas destinadas a mantener el status quo por encima y a pesar de la humanidad están ya siendo planeadas: dentro de esas medidas no se pueden descartar situaciones de violencia extrema contra la población civil y a niveles nunca antes vistos, como lo describe Naomi Klein en su Doctrina del Shock. Queda pendiente trabajar abajo, ahí donde están los productores directos del mundo, carentes de poder político y económico, en la construcción de alternativas al capitalismo, originales y justas, para hacer frente al cambio que, hasta ahora, parece inminente.  
   



3/10/08

2 de Octubre en Mazatlán

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Del 2 de Octubre y sus generaciones

Por: Antonio Roquentin

En el Distrito Federal, el gobierno de “izquierda” de Marcelo Ebrard infiltró policías judiciales en la marcha conmemorativa de la masacre del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco. Los infiltrados provocaron y detuvieron a varios participantes de la marcha, esa era su función. Y mientras los judiciales infiltrados hacen de la marcha una noticia policíaca, los reporteros y fotógrafos queman sus cartuchos en los enfrentamientos entre marchistas y granaderos. Y claro, no faltan las mismas voces de todos los años, que “reflexionan” sobre las actividades del día: que si sigue teniendo sentido, que si los jóvenes son conscientes del significado, que si es suficiente.
Muchos comentaristas van más allá y no sólo se hacen preguntas, sino que no dudan en hacer los comentarios más imbéciles. Ejemplo de ello son los pies de foto en la galería sobre la marcha en El Universal de Internet. Herederos del discurso vacío y absurdo que atacó mediáticamente al movimiento estudiantil de 1999, usan palabras tan estúpidas como “pseudo-estudiantes” para señalar a aquellos que se manifestaron con fuerza ante los abusos del cuerpo de granaderos del DF. ¿Acaso los estudiantes no pueden manifestarse? ¿Sólo los “pseudos” lo hacen? ¿Acaso los estudiantes no hacen desmadre, vandalismo, destrozos? ¿En que mundo delirante existen los estudiantes perfectos que se portan siempre bien y que pululan la masturbada imaginación de los reporteros? Esas definiciones lamentables nos recuerdan otras, por ejemplo “autodenominados” ¿Quién le puso nombre a Televisa, a TV Azteca, a ElUniversal? ¿Acaso no fueron ellos mismos? ¿No los hace eso “autodenominados” también? De lo que se trata es de inventarse palabras absurdas con el fin de descalificar. Pero parece que eso no es suficiente; los ridículos noticieros musicalizados, las imágenes editadas para manipular la información y los periodistas que nos quieren enseñar cómo vivir, cómo interpretar los hechos más allá de la contundencia de los mismos, son lo que se ha dado en llamar “opinión pública”, que no es más que la publicación de opiniones privadas que persiguen el interés de las corporaciones mediáticas.

El 2 de octubre se recuerda en todo el país, con marchas, mítines, charlas, exposición de películas, etc. Al cumplir 40 años, la matanza de Tlatelolco no se olvida a fuerza del grito que la recuerda. No sé si sería recordada como ahora sin las ya tradicionales marchas. Tal vez, de no hacer partícipes a los jóvenes estudiantes todo estaría reducido a reuniones de ex líderes del movimiento. La importancia de la participación de la memoria por parte de todas las generaciones, es muy importante pues trasciende el castigo a los culpables: se trata de no repetir el pasado, de aprender de los errores. La muerte absurda, injusta, innecesaria de aquellos que se concentraron en la Plaza de las Tres Culturas, puede invitarnos a reflexionar sobre lo monstruoso que puede ser el ejercicio del poder, la inmunda corrupción que sostiene al poder de arriba, vendido de manera  vergonzante a los intereses del poder económico estadounidense. Tenemos la vergüenza de tener presidentes de la República aparecidos en los archivos desclasificados de Estados Unidos como asalariados de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Por eso resulta repulsivo escuchar a Felipe Calderón cuando simula dolor al hablar de esta fecha; las cosas no han cambiado nada allá arriba, y todo parece indicar que no cambiarán para nada.

Pese a todo, el carácter multitudinario y diverso de la marcha de la ciudad de México nos habla de que la memoria seguirá viva por mucho tiempo todavía. Y aunque los medios de comunicación tradicionales tengan la consigna de enterrar toda manifestación popular expresada en la calle y contra el poder de arriba, cada día se abren más espacios alternativos que se encargan de contar de otra forma las cosas, con una perspectiva a ras de piso. Sin embargo, la historia misma nos hace difícil idealizar las cosas y tener siempre a la mano la visión romántica. La marcha del 2 de octubre en Mazatlán, lleva años repitiendo un guión desesperante. Las Casas de Estudiante, organizadoras anuales de la marcha, salen otra vez detrás de la camioneta de sonido, marcando el ritmo de las consignas, con música al gusto de cientos de moradores que caminan uniformados, protagonistas de la calle, en grupos de amigos que de pronto corren, que sostienen una manta. Caminando hasta el edificio del poder municipal puede ser contada una minoría de jóvenes que están muy informados del asunto, que no les gusta del todo la marcha pero, qué se le va a hacer, es lo que hay. Otra minoría puede armarse de valor y gritarle algo al policía, al tránsito. Y también, hay que decirlo, otra minoría, enardecida por sentirse más masa que nunca, se va contra el taxista, contra el pobre de la camioneta que le tocó pasar por ahí. Después llegan los discursos, las denuncias, los intentos de darle a todo un toque bohemio, o bien, dependiendo de las circunstancias, punketero. Entonces empiezan los suspiros de los viejos, los lagrimeos melancólicos de los que vivieron esa década de juventud idílica: “ya no es como antes”, “ahora  los jóvenes no tienen ideales”, “eran otros tiempos”, “antes leíamos por gusto”, “estábamos más politizados”, “ahora sólo quieren salir el fin de semana, tener celular y una paca de billetes en la cartera”. Obviamente no estoy citando a nadie en particular, sólo hago un recuento impreciso de todos los lloriqueos babosos que les he escuchado a varios “veteranos” de los 60-70s. Y no es que uno no los quiera o que caigan gordos; la mayoría son buenas personas y lucharon por un mundo mejor. Pero que no sigan con la cantaleta generacional, o por lo menos que se hagan cargo de sus fracasos; porque sí, fracasaron, fallaron, cometieron errores y los siguen cometiendo. Resulta que los jóvenes, esos que marchan y que no marchan, esos que son vistos desde la mirada triste y patética de los viejos “experimentados”, no son otra cosa que sus hijos, sus alumnos, sus sobrinos, sus amigos, sus compañeros de trabajo, etc. No son una plaga surgida por generación espontánea, una peste de los años 90. Son seres humanos formados por esos que dejan escapar suspiros cuando escuchan a Silvio Rodríguez y a Violeta Parra. Si la generación actual está alejada de la práctica política, de la conciencia social, si está perdida en una hipnosis televisiva y no lee, es en gran parte por responsabilidad suya; la generación de los 60-70, tiene que hacerse cargo de esa negligencia, de ese error cometido una y otra vez a través de los años. No se puede decir que nadie reflexione sobre esto, pero es claro que la mayoría sigue en la idea megalómana de que su generación fue medio “mágica”, que lo que vivieron fue el más maravilloso de los sueños, que los jóvenes de entonces estaban destinados a transformar el mundo, y que si fallaron no hay más por hacer;  para ellos el momento histórico pasó y lo que les queda es hundirse en el más deprimente resentimiento o cruzar la vereda a la cómoda ultraderecha que proclama el fin de la historia.

No se vaya a pensar que hay algún tipo de encono contra nuestros padres y abuelitos. Es innegable que el sistema posee mecanismos de alienación que muchas veces superan las voluntades. La reproducción constante del sistema, cada día y a cada minuto, nos imprime un código cultural basado en la enajenación, en la negación de nuestra propia naturaleza al ser despojados del producto del hacer humano. El sistema social se nos impone como una construcción gigantesca que es refrendada por el discurso dominante, por la lógica del individuo que se pone por encima del interés de todos. No es fácil luchar contra eso. Pero es importante hacernos cargo de nuestras responsabilidades, pues sin que lo queramos o creamos, le estamos heredando un mundo a los que vienen. Es importante ser conscientes de que si logramos un cambio, será entre todos y tal vez dentro de muchos años, un cambio que probablemente no nos toque ver. Porque si algo nos enseña la historia es que nada está escrito, no hay ley “objetiva” que nos asegure que lo que viene es mejor y nada nos dice que lo malo no será repetido. Después de todo, por eso es importante insistir en que Tlatelolco, Acteal, Atenco y todos los nombres que nos recuerdan lo atroz que es el sistema y sus poderes, no deben ser olvidados.