29/11/08

EZLN da a conocer en un comunicado los avances para la celebración del Primer Festival Mundial de la Digna Rabia



Hermann Bellinghausen

El subcomandante Marcos y el teniente coronel Moisés, a nombre de las comisiones Sexta e Intergaláctica del EZLN, dieron a conocer en un comunicado los avances para la celebración del Primer Festival Mundial de la Digna Rabia, a celebrarse a fines de diciembre en la ciudad de México y la primera semana de enero de 2009 en San Cristóbal de las Casas, Chiapas.


Entre las personalidades participantes destacan el periodista uruguayo Raúl Zibechi y el estudioso social de origen chileno Marcos Roitman, ambos colaboradores de La Jornada. Los escritores John Berger y Arundhati Roy anunciaron que enviarán ponencias. También estarán Pablo González Casanova, Adolfo Gilly, John Halloway, Luis Villoro y Michael Hardt, entre otros.

El EZLN notifica que, hasta el día de hoy, han confirmado su asistencia personas, grupos, colectivos y organizaciones de México y 20 países más: Irán, Argentina, Italia, Francia, Estados Unidos, Brasil, Suecia, Costa Rica, España, Suiza, País Vasco, Cuba, Chile, Inglaterra, Austria, Venezuela, Bélgica, Alemania, Noruega y Grecia.

De México asistirán adherentes de la otra campaña “de los diferentes estados de la República y que hacen sus luchas” en medios de comunicación alternativos, la defensa de los derechos humanos, las escuelas y universidades, en contra de la represión, por la presentación de los desaparecidos y la liberación de los presos políticos, en organizaciones sociales y políticas, el arte y la cultura, sindicatos, la lucha de las mujeres, con las trabajadoras de la maquila en los rincones del norte, en la lucha ambientalista, la diversidad sexual, el movimiento magisterial, el campo, con las y los trabajadores sexuales, y la sobresaliente lucha del Congreso Nacional Indígena (CNI)”.

Las actividades del festival que celebrarán en la ciudad de México serán, entre otras, la inauguración el 26 de diciembre, y entre esa fecha y el 29, dos ciclos de foros abiertos: por las mañanas, Las cuatro ruedas del capitalismo, y por las tardes, Los otros caminos.

Las cuatro ruedas del capitalismo son explotación, despojo, represión y desprecio. En el foro de la primera “rueda” participarán trabajadores de maquiladoras de Baja California y Tamaulipas, la Confederación General de Trabajadores (Estado español), obreros de Solano (Argentina) y trabajadores de Medio Oriente (Irán).

Sobre el despojo, el 27 de diciembre, hablarán miembros del CNI, colonos de Lomas de Poleo (Ciudad Juárez), la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca (Colombia). Y el 28, acerca de la represión, estarán en el foro las “doñas” de Sinaloa y Chihuahua, el colectivo Todos Somos Presos, la Red Nacional contra la Represión y la Solidaridad y la abogada Bárbara Zamora, y se leerán mensajes de los presos políticos de Atenco y de Gloria Arenas. Sobre el desprecio hablarán, el día 29, el Colectivo Anarko Punk La Kurva, el CNI, la Asamblea Nacional de Braceros y la antropóloga Mercedes Oliveira.

Por las tardes se analizarán Los otros caminos: otra ciudad, otros movimientos sociales y otra historia. En todos estos foros podrán participar quienes así lo deseen, previa inscripción con los organizadores.

Para la serie de conferencias magistrales en San Cristóbal de las Casas del 2 al 5 de enero, han confirmado su participación por escrito los autores Arundhati Roy (India) y John Berger (Gran Bretaña). Asistirán Mónica Baltodano (Nicaragua), Michael Hardt (Estados Unidos), Oscar Olivera (Bolivia), Walter Mignolo (Argentina), Raúl Zibechi (Uruguay), Jotxe Iriarte (País Vasco), Jaime Pastor (Estado español), Olivier Bensacenot (Francia), Pier Luigi Sullo (Italia), Marcos Roitman (Chile y Estado español) y Jean Robert (Suiza y México). Además, Los Sin Tierra de Brasil y Vía Campesina (internacional).

De México, Adolfo Gilly, Pablo González Casanova, Luis Villoro, Sergio Rodríguez Lazcano, Paulina Fernández, Gustavo Esteva, Sylvia Marcos, Carlos Aguirre Rojas, Bárbara Zamora, así como Juan Chávez y Carlos González del CNI.

Por parte del EZLN confirmaron su asistencia como moderadores o participantes en las conferencias en Chiapas las comandantas Susana, Miriam, Florencia, Hortensia y Everilda, la capitana Elena y las niñas Lupita y Toñita. También los comandantes David, Tacho, Zebedeo, Guillermo, y el teniente coronel Moisés.

El comunicado zapatista aclara: “Las invitaciones son para participar como expositores. La entrada a todas las actividades del festival son libres y abiertas para toda persona que quiera asistir y conocer de la digna rabia que se organiza en México y el mundo”.
Fuente: La Jornada

21/11/08

Los Nuevos Inquisidores


Por: Cruceiro

“Quién lo diría, los débiles de veras nunca se rinden” Mario Benedetti


La idea que tenemos de la inquisición se debe a los datos proporcionados por los historiadores de las diferentes épocas, en la tarea de describir las relaciones e ideas correspondientes a ese período localizado geográficamente en Europa. Caracterizado por la persecución hacia lo diferente (el otro/los otros), la iglesia católica se asumió como el paladín para el establecimiento social, el parámetro para medir lo válido y lo prohibido, la determinación del bien y el mal, para lo cual se crearon los tribunales inquisidores: “señalar y enjuiciar la herejía de los endemoniados”, en este sentido, miles de personas fueron objeto de burlas, pesquisas, torturas y sacrificios, por no coincidir con las ideas de los inquisidores en torno al mundo.

Si la inquisición fue un contexto que atrae la atención de los investigadores de las ciencias sociales, se debe quizá a su manifestación en la actualidad. Hay quienes dicen que la historia es un ciclo, y por ende vuelve con su cauce, otros la consideran como un espiral que no regresa a su punto de inicio pero mantiene esencia de él. Lo cierto, sin quitar méritos a unos y otros, en esta sociedad moderna donde la cibernética amplía la comunicación entre las personas y la información fluye por los canales satelitales, contribuyendo el acceso al conocimiento, la inquisición se hace presente con otros personajes y otros ropajes, aunque con los mismos actos: se vivió en los destierros y trabajos forzados en Siberia y los Gulags de la Rusia Soviética; se irguió en los campos de concentración nazi en la Alemania de Hitler, la Italia fascista de Musolini y la España desangrada de Franco; intervino en la división y confrontación del pueblo alemán por el muro de Berlín y la actual disputa entre Estados Unidos y Rusia por los recursos del Mar Negro; camina con su paso destructivo sobre la cuna de la civilización en Irak; en la estupidez imperial de asfixiar económicamente al rebelde y digno pueblo cubano; y desde luego, el prolongado exterminio en nombre de “la modernidad” de la cultura de los pueblos indígenas de América: los más humildes y despreciados, los más pobres y humillados, y sin embargo nuestras raíces.

Pese a los datos conseguidos sobre la inquisición, decidimos retomar la expresión que en la literatura se ha plasmado, quizá porque ella, con la genialidad de las manos que le dan forma, ha derribado fronteras, filtrado censuras y encarcelando dictadores, ahí está el caso del poeta Juan Gelman escudriñando la verdad en el horror, porque también en el acecho de la muerte hay instantes para proclamar la vida. La literatura genera «mundos posibles», nos dice el psicólogo Jerome Bruner, y agrega: “la ciencia te dice qué es el objeto de estudio, en cambio la literatura el cómo pudiera ser tal objeto de estudio; la ciencia te dice éste es el camino, y la literatura te abre un abanico de posibilidades para interpretar ese camino”. 

En la grandiosa novela escrita por Dostoievski titulada “Los hermanos Karamazov”, encontramos con simbolismos, sentencias y diversidad de voces que caracterizan a sus obras, tema ya abordado ampliamente por el filósofo ruso Mijaíl Bajtín. En su interior, la novela incluye un poema sobre la llegada de Cristo en los años del medioevo, como una voz independiente, influenciado por las ideas de la iglesia ortodoxa y uno de los trastornos al finalizar su vida, el tema es; el gran inquisidor. Dostoievski fue condenado a muerte, luego a trabajos forzados por sus ideas socialistas, tiempo después, bajo las impresiones sufridas en cautiverio y los problemas económicos, pediría disculpas al zar, refugiándose en el misticismo, lo que no delimita sus cualidades artísticas ni el realismo psicológico en sus obras. 

En “Los hermanos karamasov”, el contexto descrito en el poema del inquisidor, se localiza en la época medieval, cuando los jerarcas de la iglesia están pactando con el Estado el «lucro» de las ideas de Cristo. Él había anunciado que regresaría, pero no dijo cuándo, desde entonces los fieles a su ejemplo de amor al prójimo esperan ansiosos su llegada para acompañar sus pasos y… volvió, el mismo redentor de los dolores ajenos por el dolor propio, el de palabra verdadera, quien despreciaba la miseria, el abuso del poder, la imposición y el odio. 

Su llegada no correspondía a los intereses institucionales de entonces, veía cómo se traficaba con sus ideas y perdían esencia en quienes decían representarlo, rodeados de lujos y comodidades. Intuyó como el pájaro Pujuy: los caminos se hacen para que otros no se pierdan. Y continuó su peregrinar sin prisa pero constante. Antes y después de su aparición, quienes se conducen con independencia e imaginan otra manera de organizar la sociedad y la economía, otra política pues, son perseguidos y crucificados, claro, con otros símbolos y matices.

Ya preso el jerarca da las razones de su eliminación: llegaste –le dijo- en un momento inoportuno, te tenemos que sacrificar por segunda ocasión. Él sólo escuchaba como lo hace quien buen uso de la palabra hace, en silencio, a pesar de proferirle el insulto, incluso la muerte. Atragantándose en su propio odio, y al no recibir respuesta ni de enojo ni de impotencia o perdón, el jerarca pierde la compostura y su rostro se congestiona. Cristo, con la eterna paciencia, le da un beso en la mejilla ante el asombro del religioso-inquisidor y se retira, quizá camino a la muerte programada, o tal vez a la vida, a la libertad.

Como se dijo antes, la sociedad repite sus pasos como un vicio absurdo, y, si bien es cierto la inquisición se remonta al pasado medieval, de nuevo nos topamos con su esencia en la prohibición de palabras y caminos. Indispensable era pues, presentar un panorama general para entender las actuaciones de los personajes que entrarán en escena en el transcurso de esta historia de amor, tormento y pasión (jaja).
No hay que olvidar que vivimos tiempos de crisis económica, algo así como la nostalgia de un imperio unipolar que nació muerto. Algunos señalan que la conclusión de la guerra fría no fue con el colapso de la URSS y la caída del muro de Berlín, faltaba la otra parte en juego, Estados Unidos. Lo cierto, las consecuencia de la recesión que se avecina no anuncia nada bueno para los destinos del país, así que habrá un ¡sálvese quien pueda!; más pobreza, marginación, desempleo, hambre y violencia. Mientras la clase política en Sinaloa se embarra entre la corrupción y el soborno, el gobierno nefasto de Calderón se desintegra más rápido de lo esperado, las reformas impulsadas generarán más miseria a la vez que las empresas petroleras de Europa y Estados Unidos se reparten el botín PEMEX, levantemos entonces el telón para ver “los nuevos inquisidores”, la más taquillera en los escenarios sinaloenses desde Óscar Liera, el maestro de la dramaturgia en la región.
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En el documento anterior se comentó la embestida realizada por los profesores Ricardo Madrid Uriarte y José Roberto Monjaraz García, para impedir que los profesores de la zona 047, ubicada en Bacubirito Sinaloa, pudieran elegir a un representante digno y democrático, defensor de los derechos laborales. La imposición política de sus nombres, en la persona del profesor Julio Cota, ante toda lógica de ética y profesionalismo, pisotearon el sentir de la mayoría de los profesores que la componen.

Se buscaba una representación real de los intereses de los trabajadores que el anterior delegado, el profesor Tito, se negó asumir. Con ese antecedente los compañeros exponían sus deseos de quitar el monopolio de las decisiones a los profesores arriba señalados, y por desgracia no fueron escuchados, así surgieron las confusiones y problemas que al salirse de sus manos trataron de justificar buscando culpables, y quién mejor culpable de la ineptitud ajena que señalar a quien redacta estas notas.

Hay que recordar que el entonces coordinador sindical, el profesor Arnoldo, sin informar nada ni explicar nada pedía en la coyuntura que se acercaba la “unidad sindical” para que no hubiese disturbios, por lo tanto apoyar a un candidato que no daba a conocer pero que se intuía en el profesor Julio Cota, pero sin hablar en qué consistía dicha unidad, como si los procesos sociales funcionasen de manera mecánica, y no por acuerdos de los integrantes en arduas discusiones, exponiendo los diferentes puntos de vista, pero buscando el objetivo primordial: qué necesita el magisterio, cómo lograrlo y con quiénes.

Fue en esa reunión cuando el profesor Arnoldo, al recapitular sobre su experiencia en las filas del magisterio, anunciaba la nueva política. Comentaba que antes para tomar decisiones se procedía en lo oscuro entre unos cuantos, pero ahora las cosas habían cambiado, y que por eso teníamos que apoyar a alguien que representara a esa unidad. La «representatividad» significó el punto de disyunción por todo lo vivido con el profesor Tito, se entendía que los profesores no querían la misma historia, y la discusión se tornó acalorada mientras era abierta, luego, cuando el discurso se tornó democrático y esperanzador, fue clausurado por los inquisidores.

Ellos con sus torpezas cotidianas generaron los problemas, creen con ingenuidad que la política es un campo exclusivo de trajeados y apadrinados, pero la política desde los filósofos griegos posee un carácter social, en ese sentido era indispensable la diversificación de las responsabilidades, el asumir organizadamente las riendas de los problemas, los retos a lograr que, en términos educativos son bastantes. Desde esta pluma se ha propuesto muchas veces la idea de armar un proyecto educativo que incluya a toda la zona en la labor alfabetizadora sin la más mínima respuesta. La educación sin la democratización de los escenarios y sin un discurso humanista no resolverá el problema del fracaso educativo, por más reformas que desde arriba se tracen. Se requiere replantear los problemas ya que son décadas de trabajo a la basura, y no estamos dispuestos a dilapidar más tiempo.

Tal vez porque somos jóvenes pensaron que lo nuestro era el griterío y la diversión en altas horas de la noche, no el preocuparnos por lo que sucede alrededor, mucho menos el tener la capacidad de analizar y el valor de emitir la crítica, de no agachar la mirada y tratarnos como igual, como compañeros. Pero, para ellos eso de igualdad en el trato es un insulto, cómo puede ser posible la igualdad después de tantos años de sumisión ante el poder para lograr un mediocre puesto, así sea de supervisor o coordinador sindical.

Para descalificar a quienes no compartían esa «política» de sometimiento a los caprichos de esos dos personajes sacados de las mangas del viejo y caduco PRI (¿acaso hay una diferencia con el nuevo?), los calificaban de revoltosos, cuando se reclamaba un derecho elemental que todos como civiles tenemos, el ser escuchados y tomados en cuenta, pero ni eso, lo cual indica que las posibilidades de transformar y democratizar el magisterio son nulas mientras personas como los profesores Ricardo y Monjaraz mantengan puestos públicos porque en sus relaciones no existe el diálogo ni la alternativa sino el gandallismo, la prepotencia, la simulación y la ignorancia hecha docencia.  

Cuando sintieron que el plan se les hacía agua, utilizaron el recurso de los inquisidores en tiempos de cacería de brujas, dieron inicio a una campaña de intimidación y miedo (terrorismo institucional), de soborno y compra de conciencia, condenando a los rebeldes con el descrédito eterno, la excomunión, la hoguera, la muerte…(ya me puse trágico como Shakespeare), como si el no estar de acuerdo implicara asumirlo en la lista de enemigos, mmhhh… suena a fascismo; la política de la no política, del capricho personal.
La coyuntura política puso en evidencia los intereses creados, tanto el simulador como el indiferente, el opositor a una tendencia política viciada y vacía y el que pretende posicionarse en la estructura sindical. Lo que para los profesores era un derecho para la cúpula la pérdida del mando. Aquí no importaron las formas, el respeto, el compañerismo, la ética, todo se fue por la borda y se mostraron los rostros ya sin máscaras, tal como son, algunos resultaron más grotescos de lo que el espejo transmite, un carnaval bochornoso. La escena tan escalofriante como los cuentos de Edgar Alan Poe, o terrorífica como la sentencia de Bush hacia los musulmanes: “están con nosotros o contra nosotros”. En plena éxtasis, hubo quienes rompían la tensión e impertinentes preguntaban, ¿acaso no hay opciones sensatas? Al no recibir respuesta lo mejor fue no ser parte de la conjura (no participar en la elección), y pasó lo que ha pasado en México en toda su historia electoral, entre el manoseo y amarres se concretó el fraude, orquestado por los inquisidores. Queda claro que ambos utilizan la posición en el sindicato para construirse su propiedad, y en el radio de acción no se encuentra un gesto de honor, un guiño de humildad y respeto a la profesión pedagógica, para los mercaderes que son la vida no es otra cosa que comprar y vender a cualquier precio, incluso soterrando lo que distingue a la especie humana de las demás; la educación y la cultura.

Es penoso que en plena “era de la comunicación” sigan sin darle lugar a la palabra, sin resolver las dificultades y contradicciones con el diálogo. Anular la palabra es como anular la esencia del maestro que es comunicar el conocimiento, utilizar la razón, el argumento. El poder que se asume como tal elimina la palabra, al menos es la muestra que los inquisidores establecen como un código vergonzoso, ignorando que somos una zona educativa de fracaso, las estadísticas no mienten, ahí está el principal reto, ahí es donde se tiene que invertir e imaginar, buscar la unidad, para lograrlo se requiere otra manera de organizar la zona, escuchar las necesidades de los profesores porque son quienes viven las situaciones descompuestas en las aulas.

En mi persona han justificado sus errores y la persecución ahora es más latente (os dije que entre los priístas viejos y nuevos no hay diferencias). No conformes con manipular el proceso electoral, me destituyeron sin consultarme de los cargos en la dirección de la escuela, el puesto no importa lo más mínimo, pero es triste la intención que los motivó, la conducción de voraces rapiña. La idea es anularme en todos los sentidos, la censura se ha extendido hasta en el uso de la computadora para evitar –dicen- que siga publicando. Digamos que acá se aplica la ley del hielo, el aislamiento. Pero, sabemos que a la palabra nadie la detiene ni la congela, la palabra que se hizo para nombrar y nombrase, señalar, construirse así misma y transformar la realidad, la nuestra.

El profesor Omar aplaude con gusto: se lo merece ese pinche zapatista, dice con jactancia, como si ser zapatista fuese sinónimo de traidor o vergüenza, como si ser zapatista implicara comprar votos para los candidatos del PRI y esperar las migajas al término de la elecciones o callar cuando hay que hablar, o sea, cuando a un(a) compañero(a) se le violenta su integridad.

Para la mala información del profesor Omar, el zapatismo implica una ética, la construcción de una sociedad donde se elimine la división social entre ricos y pobres. En las comunidades zapatistas no existen los Monjaraz ni los Ricardo, no es uno el que decide y manda, allá manda y decide la comunidad, es decir, se toma en cuenta a sus miembros. Es el principio de mandar-obedeciendo, una manera de actuar y resolver los conflictos con la palabra como vehículo, a eso le llaman la otra política, la política del nosotros por encima del yo.

¿Debemos sentir vergüenza de lo que somos?, ¿por no dejarnos llevar por la corriente, de no hablar por hablar sino porque algo fuerte impulsó nuestros sentimientos para redactar lo que sucede? No hay que olvidar que fue el profesor Omar quien invitó a la directora de la primaria de Bacubirito, la profesora Marilú (cuando su padre estaba al borde de la muerte y ella se dio espacio para intentarlo) al lanzarse como delegada, prometiéndole apoyo incondicional al mismo tiempo que ayudaba al profesor Julio Cota, jugando al perro de las dos tortas, y fue él quien no quiso asumir la responsabilidad de lo sucedido, achacándome la culpa del desastre electoral, que de por sí era un desastre. ¿Quién tiene que sentir vergüenza de lo que dice y hace? Sabemos lo que somos y queremos, no traicionamos, como se dijo antes, tenemos ética.

Quizá Omar no lo sepa, ni Ricardo, ni Monjaraz, ni Julio, ni Arnoldo, ni Merced (la nueva adquisición en el mercado de ofertas, el revolucionario de pacotilla). Nosotros no nos vendemos ni nos rendimos, y si es necesario ofrendar la vida por una causa justa, estamos dispuestos sin afán material ni puestos públicos ni reconocimientos, simplemente porque la solidaridad es un recurso que se siente en el pecho y se manifiesta en las palabras y actos. La burla hacia la maestra Marilú fue un acto cobarde, porque ser honesto y crítico tiene su costo, más si se presentan en una mujer. Cómo se les iba a apoyar sabiendo lo que son: aves de rapiña. Una cosa más, vayan desempacando todos los artefactos porque tengan la seguridad que resistiremos lo que manden, estamos preparados para eso, para no doblegarnos, para luchar si es preciso.

El tiempo es de ustedes, sacad provecho y reíd (aunque sea de rabia), pero pronto, muy pronto vendrá el tiempo nuestro con su murmullo de justicia. El país se desangra por todos lados, la institucionalidad está en deterioro, el modelo neoliberal ha fracasado. Entonces, cuando el cielo reviente del dolor acumulado por más de 500 años, entonces el suelo será igual para unos y otros, tiempo será para saldar las deudas, de nada servirán los puestos ni los títulos ni las relaciones, nada, no habrá ni olvido ni perdón, ¿estáis preparados? 

Cruceiro, Cruzeta, Cruzado, ¡uta, cuántos sinónimos!


19/11/08

Lomas del Poleo: La legalización del crimen a partir de la privatización de la vida cotidiana


Por: Antonio Roquentin


El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define “privado” como: "1. (Del part. de privar; lat. privātus). 1. adj. Que se ejecuta a vista de pocos, familiar y domésticamente, sin formalidad ni ceremonia alguna." y "2. adj. Particular y personal de cada individuo." además de "3. adj. Que no es de propiedad pública o estatal, sino que pertenece a particulares." Por otra parte, se define "público" como: "1. adj. Notorio, patente, manifiesto, visto o sabido por todos.", "2. adj. Vulgar, común y notado de todos." y "3. adj. Se dice de la potestad, jurisdicción y autoridad para hacer algo, como contrapuesto a privado.", además de "4. adj. Perteneciente o relativo a todo el pueblo."

Lo privado se opone a lo público, es su antónimo. Se puede decir que lo público tiene una connotación abierta, transparente. Lo público hace referencia a todos, pues todos constituimos lo público. Es sólo una deformación política que se le de a lo "público" la característica de ser "propiedad del Estado". El Estado, ese conjunto de instituciones y poderes que supuestamente administran lo público, está lejos de representar los intereses de todos. Lo público va más allá del Estado, se genera y transforma con independencia de este. Cuando se habla de una empresa pública, se quiere decir en realidad que la empresa es estatal, sujeta al manejo discrecional y corrupto de administradores políticos. PEMEX no es una empresa pública sino estatal. Las playas sí son públicas (por lo menos la mayoría hasta ahora), son accesibles a todos los que, pudiendo hacerlo, quieran ir a visitarlas. Tal vez por esa diferencia tan sustancial, es que cuando se habla de la acción que convierte a un bien, empresa o servicio en propiedad del Estado, se dice "nacionalizar", "estatizar". Los términos "publicar", "hacer público", "publicitar", están claramente relacionados con la acción de hacer algo del conocimiento de todos; sin embargo, esto tiene que ver sólo con la información, pero no con los bienes, empresas, servicios o incluso el conocimiento, ¿por qué? 

Una de las características principales del sistema capitalista es la propiedad privada de los medios de producción. La oposición a lo público, a lo colectivo, es esencial en el sistema, de ahí que la teoría económica convencional ponga en el centro del escenario social al individuo. La suma de decisiones tomadas por individuos anónimos y aislados, da forma a los principios de la "ciencia" económica actual, basada por completo en este robótico homo oeconomicus. Y son estas teorías las que nutren el conjunto de políticas económicas que suelen conocerse como "neoliberalismo", que no es otra cosa que la eliminación, no sólo de lo estatal, sino también de lo público. El argumento utilizado para justificar la preponderancia de lo privado sobre lo público es la eficiencia, el óptimo económico, la generación de riqueza. Por supuesto, la riqueza será también privada. Siguiendo con el juego de palabras, se argumenta que el Estado es intrínsecamente esclerótico, lento, ineficiente, corrupto; y ante la confusión entre lo público y lo estatal, se piensa que lo privado se opone a lo estatal solamente. "Privar" está definido en la Real Academia como "1. tr. Despojar a alguien de algo que poseía.", "2. tr. Destituir a alguien de un empleo, ministerio, dignidad, etc.", "3. tr. Prohibir o vedar." Pero el juego de palabras no termina y para referirnos a la acción de despojar al público usamos un eufemismo que hace referencia a una acción política: privatizar. Así, lo "notorio", "patente", "manifiesto", "visto y sabido por todos", lo "perteneciente y relativo al pueblo", deja de serlo.

Hace un par de días, el G-20, presidido por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se reunió de manera urgente para determinar las acciones necesarias para enfrentar la actual crisis económica y la recesión que apenas empieza. Las medidas acordadas y firmadas por los mandatarios de los 20 países, giran en torno a lo que consideran principios fundamentales e irrenunciables: el libre mercado y el respeto a la propiedad privada. Nada nuevo. Las acciones encaminadas a superar la crisis son las mismas que se han aplicado desde hace más de 30 años. La vocación expansiva del capital lo condiciona a conquistar siempre nuevos territorios para evitar la crisis que también le es propia; primero geográficamente, ahora, en todos los aspectos de la vida cotidiana. Con las justificaciones mencionadas arriba, la consigna es privatizarlo todo, desaparecer hasta el último rastro de aquello que siendo público, pueda ser utilizado en favor del capital, en favor de la generación de riqueza privada. Las voces que proponen la privatización de todos los aspectos de la vida social han dejado de ser "radicales"; la normalidad hoy es considerar que no hay cosas que no sean “privatizables”. La propuesta de Friedrich von Hayek en cuanto a privatizar la emisión de dinero se hace realidad en el Sistema de Reserva Federal estadounidense (FED), considerado como un "consorcio público/privado", es encargado "independiente del estado" de la emisión de la moneda que es divisa mundial y que sirve de medida de valor de las monedas nacionales. La privatización de todos los recursos naturales es la agenda pendiente del capital actual.

Las modificaciones al artículo 27 de la constitución mexicana tienen esa lógica, despojar a lo público de lo que tiene y le da sentido, destruir lo colectivo en aras de la generación de riqueza individual, privada. La aplicación de políticas neoliberales en México ha generado a la vez riqueza privada y pobreza pública. No nos engañemos: los índices de crecimiento económico han sido altos desde la vigencia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, como también los índices de pobreza e indigencia han sido cada vez más elevados. La privatización de lo colectivo tiene su rostro más trágico en la destrucción de la comunidad construida en el territorio. La privatización de la tierra es un despojo mayor, pues priva al público de su historia, lo despoja de la construcción comunitaria a través del tiempo; es la expulsión de población del campo, hacinamiento urbano y finalmente, pérdida de libertad. La imposible conjugación de libertad con propiedad privada forma parte del discurso ideológico dominante; pero los campesinos que se vieron despojados de sus tierras tienen ahora la única libertad posible en el capitalismo: escoger el patrón, escoger a quién le acrecientan la riqueza privada. México es con frecuencia, ejemplo de país capitalista, tanto por su voluntad privatizadora como por su desprecio a todo aquello que signifique comunidad. En este sentido, toda la actividad estatal está encaminada a destruir las formas de organización social basadas en lo colectivo. Desde la guerra de baja intensidad contra los Municipios Autónomos Zapatistas en el sur, la represión salvaje a los campesinos autonomistas de San Salvador Atenco en el centro, hasta el aniquilamiento de la comunidad en Lomas del Poleo en el norte, la geografía nacional vive la forma más violenta de despojo por parte del poder privado.

La colonia Granjas Lomas del Poleo, es un asentamiento humano que vive en la periferia, al norponiente de Ciudad Juárez, Chihuahua. En la frontera más árida con Estados Unidos, 250 familias se establecieron ahí desde hace más de 30 años. Con una extensión de alrededor de 400 hectáreas, el predio se divide en pequeñas granjas de 1 o 2 hectáreas por familia, destinadas a la cría de ganado menor. La mayoría de los asentamientos han sido poblados de manera irregular, ya que los terrenos fueron repartidos por líderes políticos que traficaban electoralmente con estos; no obstante, los colonos han tenido que pagar por una carta de posesión que fue expedida legalmente por un juez. A partir de la construcción de una carretera cercana hace cuatro años, dos supuestos dueños del predio aparecieron de la nada. Con documentos aparentemente apócrifos (no habría diferencia si fueran legales), los hermanos Zaragoza reclaman la propiedad de dicho predio. Esto quedaría en una más de las tantas anécdotas de supuestos dueños que aparecen después de muchos años si no tuviera las características violentas y criminales que tiene, y si no representara como representa, una peligrosa tendencia en cuanto al aplastamiento de lo público por parte del poder privado. Respaldados en la impunidad que les da la complicidad de los gobiernos municipal y estatal, los hermanos Zaragoza han hecho uso de medidas de corte totalitario sobre la población de Lomas del Poleo: cercamiento con alambre de púas, instalación de retenes que impiden la entrada y el libre tránsito, instalación de torres de vigilancia; sí, como en las prisiones y los cuarteles. Pero tal vez, lo más peligroso de todo es una variante más de la destrucción de lo público: desde hace no mucho tiempo, la idea de “seguridad pública” está siendo dejada de lado (por pretextos como la obsolescencia de los cuerpos policíacos, la corrupción, la falta de claridad en la diferencia entre administradores de la justicia y delincuentes, etc.), y en su lugar, la “seguridad privada” se impone como el último grito de la moda: autos blindados, ropa blindada, alarmas antirrobo, y la proliferación de agencias de seguridad privada; el sueño de todo liberal hecho realidad.
Hablando con propiedad y siendo puntuales en el lenguaje, un policía privado no es más que un mercenario, trabaja para quien le paga, el poder privado; trabaja para defender o llevar a cabo el despojo, la destrucción de lo comunitario. En Lomas del Poleo han incendiado y/o derribado más de 50 casas, han estado involucrados en el asesinato de un hombre y la incineración de dos niños, han dejado a decenas de familias sin hogar y todos los días amedrentan, hostigan y amenazan a cualquiera que entre o salga del predio por los retenes paramilitares que han instalado. Han destruido las instalaciones eléctricas (los postes públicos) y amenazan con destruir próximamente las escuelas y el jardín de niños (nótese lo simbólico de estos lugares como constructores de comunidad). En un comunicado de uno de los inefables hermanos, se puede leer algo que nos aclara bastante el panorama de lo que ahí sucede:

El hecho de que (los colonos) tengan escuelas, guarderías, credencial de elector y nomenclatura no les da derecho a la propiedad de la tierra” 

...tampoco que tengan más de 30 años viviendo ahí, al parecer. La destrucción de lo público no tiene límites prácticos y muy pronto no tendrá límites legales. La existencia de policías privados hubiera sido impensable hace no mucho tiempo, pero el de Lomas del Poleo no es un caso aislado; en Irak se movilizan grupos de mercenarios para-policiales contratados por las corporaciones privadas que se enriquecen de la reconstrucción en las ruinas que ha dejado la guerra. Tras la fachada de la “seguridad privada”, el poder de arriba se arma hasta los dientes y se dispone al despojo final, la privatización total de la vida cotidiana. El crimen perpetrado contra los habitantes de Lomas del Poleo no es algo nuevo, pero da cuenta de la intensificación del ataque contra los espacios públicos y la destrucción de cualquier forma de organización colectiva. En la cumbre del G-20, Bush hace un llamado para que las naciones rechacen el colectivismo; Bush todavía aconseja. Los presidentes del G-20, sólo firman.

¿El problema es la propiedad privada? Hay quienes marcan la diferencia entre propiedad privada y propiedad personal, estando la primera basada en valores de cambio y la segunda en valores de uso; es decir, mientras que la propiedad personal es aquello que se tiene porque se usa, la propiedad privada es aquello que otros necesitan o quieren usar. Más allá de la semántica, es indudable que la propiedad es tan antigua como la historia, pero es precisamente la historicidad de la propiedad lo que debe entrar en el análisis crítico. La propiedad no es la misma desde siempre y no será lo mismo para siempre. La forma de propiedad que existe en el capitalismo tiende a concentrar los medios del hacer social, tiene como característica principal la privación de la comunidad de sus medios de reproducción. El colectivo se reproduce con medios que le son ajenos, pues no son medios colectivos sino privados, individuales. Saltando toda la parafernalia pseudo-científica de las teorías económicas que llenan los planes de estudio en las academias, hay una lógica simple: los obreros sin el patrón pueden producir, el patrón sin los obreros sólo produce lástima; y para ejemplos están Zanón y varias fábricas, comercios y hoteles en Argentina, recuperados por sus trabajadores, produciendo con competitividad, eficiencia y creando riqueza pública, colectiva, a pesar de los ataques diarios a su forma de organizarse y producir; ahí están los MAREZ zapatistas, con sus propias formas de organización económica y política, superando desde sus carencias los problemas que ni el Estado ni las empresas privadas han solucionado jamás.

¿Cuánto tiempo hace falta para que lo que viven en Lomas del Poleo, lo vivan los colonos de Isla de la Piedra y muchos otros asentamientos? No es posible saberlo con exactitud, pero parece ser que si no se da una organización social lo suficientemente importante como para impedir que los dueños espontáneos y sus cómplices disfrazados de autoridad destruyan los espacios públicos, asesinen, encierren y violen los derechos humanos de la gente, será muy difícil parar todo esto. El despojo urdido contra los habitantes de Lomas del Poleo es el resultado de la alquimia capitalista que hace legal el crimen a través de la destrucción sistemática de lo público en la vida cotidiana.

Algunas fuentes de información en la red:
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18/11/08

Crimen y democracia: el caso de México




Hermann Bellinghausen
La Jornada



¿Qué no describió ya el viejo Marx lo que hoy está ocurriendo, y todo lo que ha ocurrido desde su entonces? (Bueno, se le escapó prever el desarrollo del "socialismo real", que a lo largo del siglo XX lo reivindicaría como su ideólogo y guía).

"El delito, con los nuevos recursos que cada día se descubren para atentar contra la propiedad, obliga a descubrir a cada paso medios de defensa y se revela, así, tan productivo como las huelgas en lo tocante a máquinas. ¿Acaso sin los delitos nacionales habría llegado a crearse nunca el mercado mundial? Más aún, ¿existirían siquiera naciones?" (El pasaje proviene de unos apuntes para su Teoría de las plusvalías redactados hacia 1860, en la estupenda edición Elogio del crimen de Karl Marx, Sequitur, Madrid, 2008).

Como pocas edades del capitalismo burgués, nuestro presente es merecedor de la ironía marxiana. A fin de cuentas la primera conclusión firme sobre la globalización neoliberal es que favoreció, si algo, al crimen organizado, que estaba más preparado que nadie para los nuevos códigos y recursos del libérrimo mercado. Un ejemplo es Rusia. Y lo podemos ver en México. El llamado narco ha sobrepasado en eficacia al Estado, las empresas y los bancos legales (sin ignorar que éstos son pródigos en delitos "de cuello blanco").

Paradójicamente, nos dicen que ahora tenemos "más democracia" que nunca. Hace poco, en Tuxtla Gutiérrez, ante los empresarios nacionales, Enrique Krauze hasta le puso fecha a la "consolidación de la democracia": 2012. Al menos coincide su cronología con las "profecías mayas" antiguas, que para el mismo año fecharon el fin del mundo. Sería el clímax de la "transición" que se supone atravesamos, casualmente, desde que se desencadenó el ciclo neoliberal.

Con un gobierno federal "espurio" y un Estado además de inepto empequeñecido por partida doble (la propia decisión de "achicarse" y la avalancha criminal y económica que lo desafía), la democracia mexicana se presenta en extremo endeble y su tránsito podría ser a un nuevo autoritarismo represivo.

Los priístas lo han entendido mejor que nadie. No sólo son veteranos como políticos de Estado, también como delincuentes. Su futuro político en la democracia televisiva (incluyendo las telenovelas y los gossip shows) es prometedor. Los gobernadores tricolores, imper-meables al escándalo y las responsabilidades penales, han demostrado eficiencia en sus actuales señoríos: Oaxaca, Sonora, Coahuila, Puebla, Veracruz y sobre todo el estado de México. En Tamaulipas y Chihuahua, muy pragmáticamente, abdican o "cogobiernan" con la delincuencia organizada.

Nuestra democracia electoral es tan importante como negocio que la primera institución en alarmarse ante los inminentes recortes presupuestales que promete la crisis no fue una secretaría de salud, educación o desarrollo social, sino el Instituto Federal Electoral. Suyo, y de los partidos políticos, es el pródigo negocio de los comicios (y desde el Congreso, la aprobación de leyes privatizadoras y la distribución del gasto nacional). La gente, consumidora de esa democracia, no cuenta, aunque es la única base sólida en la pirámide virtual del poder político.

El crimen organizado (hasta las noticias lo llegan a reconocer) se entrelaza íntimamente con el poder que se supone lo persigue y "combate". Hasta una "guerra" le tiene declarada, para desasosiego del Ejército federal que la pelea. Como bien documentó Karl Marx, el crimen "impulsa las fuerzas productivas, descarga al mercado de trabajo de una parte de la sobrepoblación sobrante, reduciendo así la competencia y poniendo coto, hasta cierto punto, a la baja del salario, y al mismo tiempo, la lucha contra la delincuencia absorbe a otra parte de la misma población".

En suma, el delincuente produce "toda la policía y la administración de justicia penal, y a su vez, las diferentes ramas de la industria que representan otras tantas categorías de la división social del trabajo". Setenta años antes del fascismo, Marx ofrecía un ejemplo vigente: "Solamente la tortura ha dado pie a los más ingeniosos inventos mecánicos, y ocupa en la producción de sus instrumentos a gran número de honrados artesanos".

Dentro del capitalismo democrático de libre mercado a nadie le va mejor que a mafias, familias, hermandades, cárteles, partidos políticos, cúpulas y uno que otro sindicato. Se entregan a la "competividad". Por eso se pelean tan feo. Hacen la economía burguesa, y ésta los hace a ellos. Endogamia pura.

9/11/08

Breve historia de la civilización



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Y nos cansamos de andar vagando por los bosques y las orillas de los ríos.
Y nos fuimos quedando. Inventamos las aldeas y la vida en comunidad, convertimos el hueso en aguja y la púa en arpón, las herramientas nos prolongaron la mano y el mango multiplicó la fuerza del hacha, de la azada y del cuchillo.
Cultivamos el arroz, la cebada, el trigo y el maíz, y encerramos en corrales las ovejas y las cabras, y aprendimos a guardar granos en los almacenes, para no morir de hambre en los malos tiempos.
Y en los campos labrados fuimos devotos de las diosas de la fecundidad, mujeres de vastas caderas y tetas generosas, pero con el paso del tiempo ellas fueron desplazadas por los dioses machos de la guerra. Y cantamos himnos de alabanza a la gloria de los reyes, los jefes guerreros y los altos sacerdotes.
Y descubrimos las palabras tuyo y mío y la tierra tuvo dueño y la mujer fue propiedad del hombre y el padre propietario de los hijos.
Muy atrás habían quedado los tiempos en que andábamos a la deriva, sin casa ni destino.
Los resultados de la civilización eran sorprendentes: nuestra vida era más segura pero menos libre, y trabajábamos más horas.

Eduardo Galeano
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7/11/08

La seducción del evento histórico


Adivina la semejanza, ¿qué tienen estos en la panza?

Por: Antonio Roquentin

“Por primera vez en la historia”. Frase llena de atractivo, parece invitarnos a respirar el aire fresco de la esperanza. Nuestra cultura política nos condiciona a voltear hacia arriba cuando pensamos en la posibilidad de que los problemas sociales sean resueltos. Cada seis, tres, cuatro años, centramos nuestra atención en los procesos electorales que pretenden recordamos que vivimos en democracia. Con las más avanzadas técnicas de marketing, una runfla de personajes salen —en ocasiones por primera vez— a la luz pública, pulimentados cuidadosamente, vistiendo sus mejores trapos y con una sonrisa forzada que más bien parece una mueca de dolor. Y entonces se ven por las calles, por los medios, los rebaños vistiendo los colores representativos de la “fórmula” que apoyan. El choque entre rebaños puede ser terrible: la esperanza que el líder-candidato representa para su grey es suficiente para que muchos consideren que vale la pena una cuota de violencia en aras de defender el “proyecto de nación” que encabeza el iluminado. Por supuesto, el líder permanece a salvo de las pedradas y banderazos.

Y entonces, en lo que parece ser un momento extraordinario, la configuración de fuerzas en el poder de arriba cambia; de pronto sucede lo que generaciones no vieron jamás y lo inédito toma forma. El partido, el candidato, el género, el color que jamás había estado en el máximo poder político, por una serie de acontecimientos previos, tiene la oportunidad de “dirigir los destinos de la nación”. El acontecimiento parece inaugurar algo radicalmente nuevo. La palabra “cambio” cobra nuevo significado y entonces los problemas sociales parecen llegar a un fin largamente esperado. El personaje principal se viste de Mesías y en su primer discurso le anuncia a la muchedumbre lo que anhela escuchar.

En un mundo donde las formas aparecen desprovistas del fondo que las condicionan, el evento inédito en la historia tiene toda la fuerza de la inmediatez. El brillo de lo nuevo, “flamante” nos gusta llamarlo, llega a nublar totalmente nuestra capacidad de análisis al saturar nuestra capacidad de asombro. ¡Primera vez en la historia que pierde el PRI!, ¡Primera vez en la historia que gana una mujer la presidencia!, ¡Primera vez que un negro es presidente de los Estados Unidos! El asombro llega a su clímax cuando el acontecimiento inédito se proyecta al futuro: ¡Todo es posible!. Obviamente, el discurso político está tradicionalmente separado de la práctica, de la realpolitik. La decepción no se hace esperar; a menudo sucede antes de los 100 primeros días que los analistas políticos esperan para darle un razonable margen de acción al mandatario, para entonces iniciar sus primeras evaluaciones. Y esto se repite una y otra vez, en un círculo vicioso de esperanza-novedad-júbilo-decepción.

Puede haber muchas explicaciones para este fenómeno. Una de ellas puede ser, que la seducción del evento histórico nos impide ver la historicidad de dicho evento. Que gane Vicente Fox, Cristina Fernández de Kirshner o Barack Obama, no se ve como consecuencia, como producto de un movimiento histórico desde abajo, se ve como principio de un cambio histórico que de hecho, ya ocurrió. Ni el movimiento social de 1968 y 1994 en México, ni la lucha contra la dictadura y la crisis del 2001 en Argentina, ni la histórica lucha por los derechos de las minorías y contra la segregación racial en Estados Unidos, parecen ser el origen de procesos históricos que culminan en una elección presidencial; por el contrario, la llegada del líder parece ser el principio de solución para los problemas que desde hace años combaten los movimientos sociales desde abajo.

Los resultados que tradicionalmente se obtienen de estos gobiernos históricamente novedosos, no son para nada novedosos en la historia. La reproducción de las formas del poder de arriba y la reivindicación del sistema económico que las sostienen, hacen prácticamente imposible la realización de cambios radicales en la estructura social. La decepción no impide que lleguen nuevas fases de esperanza, alimentadas por la destrucción selectiva de la memoria. El poder de arriba, diseñado para mantener incólume el status quo, suprime la historia como proceso, niega el movimiento social despersonalizado. El culto a la personalidad en la política desvanece el movimiento social que da origen a los cambios significativos. El líder, convertido en fetiche, condiciona las soluciones a los problemas sociales, las posterga hasta que tenga oportunidad de ejercer el poder. Por eso, la encarnación de la esperanza en el líder del acontecimiento inédito, llámese Vicente Fox, Cristina F. de Kirshner, Barack Obama o Jorge Rodríguez Pasos, no deja de ser más que una ilusión pasajera, una decepción segura.


Artículos interesantes sobre Obama AQUI y AQUI  

6/11/08

La muerte y los medios




Por: Antonio Roquentin

El día de muertos es en México una fiesta, una celebración que combina la nostalgia de la separación y la alegría del reencuentro. Se viste de colores, olores, sonidos de fiesta. Así se establece una diferencia significativa en nuestra cultura con respecto a la relación que en otros países se tiene con la muerte. En México se convive todos los días con la muerte, es parte fundamental de las noticias, es charla cotidiana. Y a fuerza de repetirla, de evocarla y practicarla, se vuelve terrible normalidad. Porque la muerte es fiesta más allá del segundo día de noviembre, porque cuando se trae forzada por las cuentas que requieren ser ajustadas, se ve como parte ya de una cultura que menosprecia la vida del que acepta la lógica funesta: “andar mal” para “terminar mal”.

La muerte como lamento llega cuando se escapa a la lógica, cuando no la justifica el consenso condenatorio. Y en medio de las miles de muertes y accidentes que ocurren todos los días, los mass media instalan el lamento por la muerte importante; fabrican un nuevo consenso en el que todos deben lamentar la pérdida del funcionario patriota, del gran mexicano que se hizo famoso por tener un puesto de poder. En este caso, la muerte aparece como profundamente ilógica y la corrección política obliga al silencio respetuoso, al pésame oficial. Así, el espectáculo televisivo del mediodía son las pompas fúnebres que el poder de arriba se otorga. El espectáculo morboso se mezcla: hierros retorcidos, autos calcinados, ceremonias de negro impecable, discursos, comentaristas televisivos falsamente compungidos.

El consenso creado por los fabricantes de la opinión pública surte efecto: nos sentimos inseguros, con miedo, invadidos por la incertidumbre. Tal vez, al terminar el noticiero, pensamos que lo sabemos todo, y creemos que la gente no muere todos los días, que sólo las muertes “importantes” son dignas de lamentarse. Tal vez no sabemos —o no nos interesa saber—, que un niño de Guerrero muere bajo un tractor al estar trabajando en un campo de Sinaloa; tal vez no sabemos, ni sabremos nunca su verdadero apellido, pues en el diario lo disfrazan con un triste “N”. Porque no es noticia que en México haya más de tres millones de niños trabajando. No es noticia que en los campos de Sinaloa existan esclavos, traídos desde el sur, explotados de manera inmisericorde; esos campos donde se explota a más de 20 mil niños. No son esas las cosas que capitalizan raiting en el noticiero del mediodía.

Los tiempos de la muerte son administrados por las corporaciones mediáticas. El seguimiento de las investigaciones por la “muerte importante” será el nuevo reality show de los inefables noticieros. La muerte insignificante, la del niño jornalero, la del obrero de la construcción, la del indígena baleado o famélico, la de la mujer por ser mujer; esa muerte cotidiana y aberrantemente normal, no cumple con los criterios editoriales para ser noticia de ocho columnas o de titular televisivo; por eso seguirá ocurriendo una y otra vez, porque lo que no es noticia, no es digno de investigación profunda o medidas preventivas de importancia.

En México, la muerte es una fiesta, la fiesta de los medios; es la fiesta del miedo y la ignorancia, la fiesta de la muerte importante. Esa es nuestra cultura, nos han dicho. Y nos dicen que debemos lamentar la muerte patriota del poderoso. Y el 30 de abril nos dicen que los niños tienen derechos. Y nos dicen que nos informan, que no nos perdamos el noticiero. Y nosotros, televidentes, los vemos. 

Fuentes AQUI, AQUI y AQUI

4/11/08

Las Palabras



No me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro
si usted habla de progreso
nada más que por hablar
mire que todos sabemos
que adelante no es atrás

si está contra la violencia
pero nos apunta bien
si la violencia va y vuelve
no se me queje después

si usted pide garantías
sólo para su corral
mire que el pueblo conoce
lo que hay que garantizar

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

si habla de paz pero tiene
costumbre de torturar
mire que hay para ese vicio
una cura radical

si escribe reforma agraria
pero sólo en el papel
mire que si el pueblo avanza
la tierra viene con él

si está entregando el país
y habla de soberanía
quién va a dudar que usted es
soberana porquería

no me gaste las palabras
no cambie el significado
mire que lo que yo quiero
lo tengo bastante claro

no me ensucie las palabras
no les quite su sabor
y límpiese bien la boca
si dice revolución.

Mario Benedetti