19/10/09


Un Estado antisocial
Carlos Fazio


El asalto policiaco militar contra las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LFC), seguido del decreto de extinción de la paraestatal y la campaña de guerra sucia mediática contra el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), es un paso más en la perspectiva de construcción de un Estado autoritario de nuevo tipo.
A hurtadillas como actúan los delincuentes; mediante el uso de la fuerza bruta de los federales que comanda Genaro García Luna, apoyados por 3 mil elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, en violación de los derechos constitucionales (artículos 14, 16, 27, 73, 89, 90 y 123 de la Carta Magna) y pisoteando la Ley Federal del Trabajo y normas laborales pactadas por las partes; utilizando el chantaje contra los trabajadores y jubilados del SME; con mentiras y argumentos demagógicos en el marco de una campaña de terrorismo mediático en las cadenas de radio y televisión bajo control monopólico, el régimen espurio de Felipe Calderón ha dado un paso más en su guerra larvada contra el pueblo y en beneficio de los barones del dinero.
La desfachatez y majadería del Robin Hood de Los Pinos no tiene límites y es un insulto a la razón. Dijo Calderón: Prefiero dar a 25 millones de pobres los escasos recursos con que cuenta el gobierno, que destinarlo a los privilegios de 44 mil trabajadores. A Calderón le importa un bledo el pueblo pobre. Su discurso populista y demagógico exhibe su estilo personal de gobernar, tendiente a la conformación de un Estado militarizado. Usa a los pobres y sirve al gran capital. El golpe de mano pro oligárquico contra una empresa pública de carácter social y la arremetida contra el SME pretenden culminar la ilegal privatización de la industria eléctrica. La ofensiva clasista del régimen de Calderón contra los trabajadores busca beneficiar a sus patrones nacionales y del exterior; a los que lo impusieron mediante un fraude de Estado en 2006 y hoy quieren quedarse con una de las últimas joyas de la corona: un multimillonario negocio llamado triple play, que requiere de la transmisión de energía combinada con tecnología adecuada, para cobrar por dar servicio de voz, datos y video.
No hay que dejarse engañar. La campaña de linchamiento contra el SME –por un puñado de empleados de los dueños de las cadenas de radio y televisión y otros escribidores tarifados de la prensa escrita– busca encubrir la disputa por un negociazo de 6 mil millones de dólares.
En la pasada revisión del contrato colectivo de trabajo, el SME había logrado que LFC, además de arrendadora de sus mil 100 kilómetros de fibra óptica montada en sus redes eléctricas en el centro del país (zona muy prometedora, comercialmente, por su gran concentración demográfica y el nivel de ingreso de sus habitantes), pudiera ser también concesionaria para dar el servicio de triple play gratuito a millones de usuarios. Es decir, con sólo conectar un módem a la toma corriente de las casas, mediante una nueva tecnología instalada en la red (la fibra óptica), LFC se disponía a brindar, además de electricidad, servicios de telefonía, Internet y televisión por cable. ¡Cuatro servicios en uno!
Ésa es la principal razón para la extinción de Luz y Fuerza. Se busca garantizar a particulares el usufructo de la red de fibra óptica de la paraestatal. Se pretende beneficiar a un puñado de empresas privadas de la comunicación, que pugnan por la concesión de la red. Entre ellas Televisa, Nextel, TV Azteca, Telmex y las españolas Telefónica y WL Comunicaciones S. A. de C. V., en las que están involucradas dos ex secretarios de Energía de Vicente Fox, Fernando Canales Clariond y Ernesto Martens.
El 8 de septiembre, mientras planificaba con saña el asalto policiaco militar contra LyFC, otro ex secretario de Energía del sexenio foxista, Felipe Calderón, hoy inquilino de Los Pinos, envió una iniciativa de decreto a la Cámara de Diputados para abrir a licitación de la red de fibra óptica en perjuicio del erario federal. No es casual, tampoco, que el decretazo calderonista haya previsto que la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dirigida por el privatizador Elías Ayub, se haga cargo del servicio que proporcionaba LyFC. Las redes eléctricas y de fibra óptica de la CFE suman 30 mil kilómetros, a los que se adicionarán ahora los 1,100 kilómetros de LyFC.
Durante los gobiernos ultraconservadores de Acción Nacional, el viejo Estado cleptocrático priísta se ha refuncionalizado; el continuismo no es sólo económico-financiero. El régimen autocrático panista garantiza impunidad a los clanes, mafias y cofradías de banqueros, empresarios, tecnócratas, políticos de viejo cuño y dirigentes sindicales charros. La gansterización de la política se exhibe cada día en los medios masivos de (des)información y control social. Igual que los padrinos innombrables, los poderes fácticos hacen lo suyo. La recomposición de las alianzas en la cúpula ha dado paso a una estrategia de Estado en función de sus intereses de clase. El nuevo Estado antisocial atenta contra los derechos de las mayorías. El espacio abandonado por la responsabilidad social del Estado ha sido ocupado de manera facciosa por empresas privadas. Se trata de un Estado de los empresarios para los empresarios (Fox dixit), administrado por un gabinete al servicio de las fracciones capitalistas hegemónicas, en el marco de una democracia de baja intensidad que sume al país en una gran polarización y en el caos. Calderón es un peligro para México. Sólo la presión y movilización popular lograrán frenar a los neofascistas del PAN y sus aliados priístas, y alcanzar el nuevo pacto social que el país requiere.

16/10/09


*Desborda el Zócalo e inunda varias avenidas del Centro Histórico
Megamarcha del SME rebasa toda previsión
Logran electricistas que el gobierno federal acepte sentarse a dialogar
Trabajadores de Luz y Fuerza del Centro lanzaron consignas en todos los
El Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) realizó ayer una de las mayores movilizaciones de su historia. Decenas de miles desbordaron el Zócalo y con camisetas rojas de muchas batallas extendieron su presencia por todo 5 de Mayo, Madero, Juárez y Reforma hasta la Diana, en defensa de su fuente de empleo. Su marcha abrió una posibilidad, pues el gobierno federal aceptó sentarse a partir de hoy a dialogar con este gremio, según les mandó decir el jefe de Gobierno capitalino, Marcelo Ebrard.
En respuesta, los electricistas acordaron solicitar a Ebrard Casaubon que funja como mediador en el conflicto.
La movilización, a la cual asistió Andrés Manuel López Obrador, rebasó todas las expectativas y pudo haber llenado cuatro veces el Zócalo. Los organizadores estimaron que hubo más de 300 mil personas. Según cálculos de las secretarías de Seguridad Pública federal y capitalina, el contingente fue de más de 150 mil asistentes.
El SME aglutinó ayer a sindicalistas, profesores, campesinos, estudiantes, amas de casa, organizaciones sociales, políticas, intelectuales y legisladores; estos últimos propusieron una huelga general de pagos de luz en el centro del país, porque al extinguirse Luz y Fuerza del Centro (LFC) ya no hay a quién pagarle.
El bullicio de los trabajadores se inició desde las 2 de la mañana, cuando empezaron a llegar miles de personas procedentes de Oaxaca, Puebla, Morelos e Hidalgo para apoyar a los electricistas. La marcha partió de la glorieta de La Palma al filo de las 16 horas, y los manifestantes inundaron Reforma hacia el centro de la ciudad.
Enojados y dolidos por la extinción de su empresa, la mayoría de los electricistas llegó con su familia; vestían camisetas rojas, símbolo de este sindicato, y portaron pancartas contra el Presidente.
Calderón ¿puedes dormir?, nosotros no, dejaron a mi papá sin trabajo. Felipe, ¿ya saben tus hijos cuántos niños dejaste sin comer?. Felipe: presidente del desempleo. Calderón, entraste en la noche como vil ladrón y nos dejaste sin comer. No nos mata la influenza, nos mata Calderón, decían algunas de las miles de cartulinas que acompañaron la movilización, que fue tan extensa que cuando la vanguardia había llegado al Zócalo, el último contingente aún no salía de la Diana.
Martín Esparza, líder del SME, encabezó la marcha acompañado, entre otros, por Rosario Ibarra, Porfirio Muñoz Ledo, Graco Ramírez, Benito Bahena, Jesús Martín del Campo y Jaime Cárdenas, quienes avanzaron entre consignas como si no hay solución habrá revolución y decreto popular: renuncia Calderón.
Desde el inicio, la movilización fue vigilada por cientos de granaderos y policías capitalinos a pie. Por aire, la SSP federal desplegó tres helicópteros; supuestamente dos sirvieron para que algunos fotógrafos hicieran tomas aéreas, y en el otro observara todo el tiempo el coordinador de las fuerzas federales, Rafael Avilés Avilés.
Al filo de las seis de la tarde la vanguardia llegó al Zócalo; al paso del contingente se fueron sumando decenas y decenas de manifestantes, entre ellos estudiantes de la UNAM, Chapingo, UAM y Bachilleres; trabajadores del INAH, de la Secretaría de Energía, mineros, pilotos, sobrecargos, integrantes de IMSS, Sutin, Colegio de Posgraduados; Sindicato Democrático del Metro y del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra.

13/10/09













SINDICATO MEXICANO DE ELECTRICISTAS


Con la ilegalidad que ha distinguido a su gobierno, Felipe Calderón Hinojosa emitió un “decreto de extinción” para Luz y Fuerza del Centro, y al mismo tiempo, para intentar liquidar a los trabajadores electricistas que prestamos el servicio en esta empresa. Por instrucciones presidenciales y con lujo de violencia, como en los mejores tiempos de Díaz Ordaz, la Policía Federal Preventiva tomó por la fuerza, la noche del sábado 10 de octubre las instalaciones de LyFC.


Los “argumentos centrales” del titular del ejecutivo para decretar la extinción de LyFC son, que desde su creación este organismo descentralizado “no ha cesado de recibir transferencias presupuestales cuantiosas” y que para el presente ejercicio dichas transferencias “serán del orden de 41, 945 millones de pesos”
Asimismo, se afirma en el citado decreto, que uno de los problemas financieros de LyFC es el porcentaje de pérdidas totales de energía, que según cálculos gubernamentales es de alrededor del 30.6%, al mes de Junio de 2009. Como “solución” a esta situación el titular del ejecutivo decreta la extinción de la empresa, “garantizando” el respeto a “los derechos laborales de los trabajadores y jubilados de Luz y Fuerza del Centro”.


Por la gravedad de este asunto, y por constituir un intento de golpe, no sólo a los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas sino al Pueblo de México, quien es el verdadero propietario de la Industria Eléctrica, nuestra organización, hace las siguientes precisiones:


LyFC, como parte del Sector Eléctrico Nacionalizado, atiende aproximadamente a más de seis millones de usuarios en la zona central del país. Desde años atrás, el SME ha denunciado ante la opinión pública, que de manera deliberada sucesivos gobiernos federales establecieron una política de descapitalización de nuestra empresa, a través de diversas maniobras. Por ejemplo:


La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, es quien está facultada por la Ley del Servicio Público de Energía Eléctrica, para fijar y reestructurar los precios de las tarifas eléctricas. Hacienda ha desarrollado una política de altos subsidios a los grandes empresarios, quienes utilizan el fluido para hacer negocio y aumentar sus altísimas ganancias. Baste mencionar que en promedio, el Kw/hora les cuesta a los grandes empresarios 88 centavos, mientras a los usuarios domésticos que constituyen la mayoría de consumidores en nuestro país, se les vende a 97 centavos el Kw/hora.


Esta transferencia de valor a los grandes empresarios, ha descapitalizado gravemente a LyFC, dado que a los grandes empresarios la energía eléctrica se les vende muy por debajo de su valor real, pudiéndolo pagar a sus precio real. Este hecho, muestra la posición pro empresarial de la Secretaria de Hacienda, en detrimento de las finanzas de una empresa pública como lo es LyFC.


En relación a las transferencias presupuestales que ha recibido LyFC, afirmamos tajantemente que estas no son destinadas a salarios y prestaciones de los trabajadores del SME, como asegura mentirosamente Calderón. Estas transferencias se destinan para que LyFC, compre energía eléctrica en bloque a Comisión Federal de Electricidad (CFE), dado que desde 1975 por decisión gubernamental, no se ha permitido que nuestra empresa creciera en capacidad de generación, y por lo tanto, que tengamos la necesidad de comprar energía en bloque a la CFE.


Ratificamos, que el precio de la energía eléctrica que la CFE vende a LyFC, es sumamente caro. De acuerdo a los estados financieros de LyFC, lo que se ésta destinó para este rubro a julio de 2009, es del orden de los $54, 797, 683.1 millones de pesos. Precisamente, las transferencias a LyFC a las que hace alusión Calderón, es para el pago de la energía en bloque a CFE, y nunca, para el pago de salarios y prestaciones de los trabajadores electricistas, como mentirosamente pretende hacer creer el titular del ejecutivo.


La administración de Felipe Calderón en sus casi tres años de gobierno ha impactado negativamente a la población mexicana: 5 millones 600 mil trabajadores ganan hasta un salario mínimo, sin que con ello, puedan adquirir la canasta alimenticia básica; 19 millones de habitantes se encuentran en pobreza alimentaria en nuestro país, es decir, ni destinando todo su ingreso familiar, les alcanza para comer; en contraste, 10 familias pertenecen a la lista de Forbes, por ser los hombres más ricos del planeta; el desempleo es creciente, ubicándolo algunos expertos en el orden de los diez millones de desempleados; además se propone, de parte de la Secretaría de Hacienda, aumentar los impuestos, y aplicar estos, a alimentos y medicinas.


Ahora, como cereza del pastel, Calderón pretende liquidar a LyFC, disponiendo de esta empresa como si fuera propiedad del Gobierno Federal, cuando el párrafo sexto del artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que la Industria Eléctrica es propiedad de la Nación. De manera inconstitucional, Calderón emite el decreto de extinción de LyFC, sin consultar al Congreso de la Unión, quien tiene facultades para legislar en materia de Energía Eléctrica, tal y como lo establece, el inciso a), numeral 5, fracción XXIX-A, del artículo 73 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.


Lo que oculta Felipe Calderón es que, detrás de este decreto de extinción de LyFC, está el interés de privatizar a la Industria Eléctrica Nacionalizada. Esta decisión está orquestada por empresas trasnacionales, que como Iberdrola, Mitsubishi, Unión Fenosa, etc., ven a la Industria Eléctrica como un apetecible banquete, y así coronar el avance que han tenido en materia de generación eléctrica. A la fecha la Comisión Reguladora de Energía ha otorgado inconstitucionalmente a particulares 772 permisos (a julio de 2009), lo que representa que se encuentra en manos del capital privado cerca del 35 % de la capacidad instalada de generación, lo cual constituye en los hechos, un proceso de privatización furtiva en materia de generación eléctrica, esos son los hechos, no palabras.


Este es el panorama de nuestra Nación, generado por la aplicación de un modelo económico que ha fracasado a nivel mundial y que el gobierno mexicano sigue aplicándolo por medio de la fuerza y la represión. Por estas razones, el SME hace le siguiente llamado al pueblo de México:
Exigimos al Gobierno Federal la derogación del decreto por el que se extingue a Luz y Fuerza del Centro, emitido por Calderón Hinojosa, el 11 de Octubre de 2009.


Asimismo, exigimos la devolución de todas las instalaciones de LyFC, a los trabajadores agremiados al Sindicato Mexicano de Electricistas, tomadas de manera represiva e ilegal por la Policía Federal Preventiva.


Convocamos a todas las organizaciones sociales, políticas, estudiantiles, populares, a los usuarios y a la población en general, a rechazar la liquidación de LyFC, y en congruencia con ello, a Formar un gran Frente Nacional la defensa de la Legalidad Constitucional, de la Soberanía Nacional y de los Contratos Colectivos de Trabajo.


Responsabilizamos a Felipe Calderón, a Agustín Carstens Carstens, Secretario de Hacienda, a Georgina Kessell, Secretaria de Energía y a Javier Lozano Alarcón, Secretario del Trabajo, de las interrupciones y disturbios, que puedan ocasionarse en el suministro de energía eléctrica, derivado de la toma de las instalaciones por el gobierno federal.


Invitamos a todos los mexicanos dignos y hartos de las políticas que sólo los han empobrecido, a participar en la gran Jornada Nacional en defensa de la Soberanía Energética, el Patrimonio Nacional, los Derechos de los Trabajadores y las Libertades Democráticas, que llevaremos a cabo este próximo jueves 15 de Octubre, a partir de las 16 horas del Ángel de la independencia al Zócalo.


¡La Patria no se vende, la Soberanía se defiende!
¡Unidad popular ante el neoliberalismo depredador!
¡Todos a defender a las empresas públicas, propiedad de la Nación!
Fraternalmente


“Por el derecho y la justicia del trabajador”
México, D.F., a 11 de Octubre de 2009.
COMITÉ CENTRAL
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Responsable de la publicación Fernando Amezcua Castillo